En una decisión sin precedentes, Alexandre de Moraes, juez de la Corte Suprema brasileña, ordenó la suspensión inmediata de la red social X en todo Brasil. La medida drástica llega tras el incumplimiento de Elon Musk en nombrar, en el plazo dado de 24 horas, un representante legal de la plataforma en el país. Musk, dueño de la red social, se ha defendido enérgicamente, alegando que tal decisión constituye una violación a las leyes brasileñas.
El magnate no se detuvo ahí, prometiendo que empezaría a revelar desde mañana una serie de crímenes atribuidos al magistrado, así como las leyes brasileñas que este habría infringido con su fallo. En una serie de publicaciones en su propia plataforma, Musk tildó a De Moraes de «dictador y fraude», asegurando que el pueblo de Brasil será informado de sus delitos, sin importar los esfuerzos del magistrado por impedirlo. Además, aseguró que X es la principal fuente de noticias en Brasil, reflejando la preferencia del público.
La decisión de la suspensión de X, ordenada por De Moraes, surgió como parte de una amplia investigación sobre la difusión de noticias falsas y otros delitos potenciales, como obstrucción a la justicia, organización criminal e incitación al crimen, esta vez con Musk en el punto de mira. La agencia de regulación de comunicaciones de Brasil, Anatel, ha sido instruida para implementar la orden de suspensión en todo el territorio nacional.
De Moraes explicó que la medida se adoptó debido al desacato continuo de la plataforma a las órdenes judiciales y su intento de evadir el marco legal brasileño, generando un entorno de impunidad. La suspensión permanecerá efectiva hasta que se cumplan todas las órdenes judiciales y se paguen las multas impuestas a X, las cuales ascienden a millones.
Según el magistrado, X también ha sido utilizada para la difusión de ideologías extremistas, incluyendo discursos nazis y antidemocráticos, especialmente en el contexto de las próximas elecciones municipales en octubre. Esta no es la primera vez que una red social enfrenta la suspensión en Brasil por no cooperar con investigaciones judiciales; precedentes incluyen a YouTube en 2007, WhatsApp en 2015 y 2016, y Telegram en 2023.
El pulso entre Musk y De Moraes comenzó hace meses cuando el juez ordenó la eliminación de ciertos perfiles por desinformar. Musk se negó a cumplir, acusando al magistrado de actuar sin justificación. Recientemente, X cerró su oficina en Brasil alegando proteger a sus empleados de posibles acciones judiciales de De Moraes, quien respondió embargando las cuentas bancarias de Starlink, otra empresa de Musk, para asegurar el pago de las multas.
Este conflicto pone de manifiesto la tensión entre la libertad de expresión en las plataformas digitales y la regulación gubernamental para combatir la desinformación y proteger el orden público. La suspensión de X en Brasil marca un nuevo capítulo en esta batalla legal y abre un debate sobre los límites del poder judicial y las grandes tecnológicas en el entorno digital.