Una victoria significativa en ciudades importantes italianas
En las elecciones municipales parciales celebradas este domingo y lunes en Italia, la izquierda se alzó con la victoria en un centenar de ciudades. Sin embargo, el gran protagonista fue la abstención, ya que uno de cada dos electores decidió no acudir a las urnas. Estos comicios, que coincidieron con las elecciones europeas, convocaron a unos 17 millones de italianos para renovar 3.700 ayuntamientos y el gobierno regional de Piamonte. La segunda vuelta se celebró en localidades con más de 15.000 habitantes donde ningún candidato logró la mayoría absoluta en la primera ronda.
En nueve provincias y cinco capitales de región —Florencia, Bari, Perugia, Potenza y Campobasso— se decidió el futuro político local. La alianza progresista entre el Partido Democrático (PD) y el Movimiento 5 Estrellas (M5E), principales fuerzas opositoras al gobierno de derechas de Giorgia Meloni, se impuso en todas las capitales de región.
Un mensaje a la ultra derecha de Meloni
La líder del PD, Elly Schlein, celebró la victoria señalando que “las ciudades rechazaron la derecha que gobierna y enviaron un mensaje claro a Giorgia Meloni”. Una de las contiendas más observadas fue la de Florencia, donde la candidata de izquierdas, Sara Funaro, se enfrentó a Eike Schmidt, exdirector de la Galería de los Uffizi y candidato apoyado por la coalición de derechas. A pesar de la popularidad de Schmidt entre los florentinos, Funaro logró el 60% de los votos, convirtiéndose en la primera alcaldesa de Florencia.
La victoria del centroizquierda se extendió a Cremona, mientras que la derecha se impuso en Rovigo y Lecce. En Perugia, un histórico bastión de la izquierda que había caído en manos de los conservadores hace diez años, los progresistas recuperaron el control, marcando un golpe significativo para la derecha.
Resultados y perspectivas políticas en Italia
En la primera vuelta de estas elecciones, hubo 29 capitales de provincia en disputa. La alianza del centroizquierda, aunque en ocasiones con el PD y el M5E divididos, conquistó diez ayuntamientos en ciudades importantes como Bérgamo, Reggio de Emilia y Módena, frente a los cinco que fueron a manos del centroderecha.
Estos resultados no solo reflejan un cambio en el panorama político local, sino que también podrían influir en las elecciones regionales de Umbría programadas para finales de año. La derrota en Perugia es especialmente significativa para los conservadores, ya que demuestra un resurgimiento del apoyo a la izquierda en regiones que habían perdido.