En un movimiento significativo que podría cambiar el panorama del periodismo público en Estados Unidos, el presidente ha emitido una orden ejecutiva para poner fin a la financiación federal de medios considerados sesgados. Esta decisión se centra principalmente en entidades como National Public Radio (NPR) y la Public Broadcasting Service (PBS), que han sido sostenidas por fondos públicos a través de la Corporation for Public Broadcasting (CPB).
La postura del presidente se justifica en un contexto donde, según él, la diversidad y la innovación en los medios de comunicación han crecido exponencialmente desde la creación de la CPB en 1967. El argumento principal sostiene que la financiación gubernamental de noticias resulta obsoleta en la actual era de información y puede comprometer la independencia periodística. Además, enfatiza que los ciudadanos tienen derecho a exigir que cualquier programa financiado con sus impuestos se adhiera a estándares de imparcialidad y exactitud.
La orden ejecutiva establece que la CPB debe cesar inmediatamente toda financiación directa e indirecta a NPR y PBS, como parte de un esfuerzo más amplio por eliminar el apoyo a lo que es considerado como una cobertura noticiosa sesgada y partidista. Esto incluye la prohibición a los licenciatarios y permisionarios de estaciones de radio y televisión públicas de utilizar fondos federales para apoyar a estas entidades. Para concretar estos cambios, se instruye a la CPB a revisar sus normas y criterios de financiación antes del 30 de junio de 2025.
Por otra parte, se exige a las agencias federales que identifiquen y eliminen cualquier forma de predisposición financiera que pueda beneficiar a NPR y PBS, asegurando en último término que estas organizaciones cumplan con la legislación relacionada con la no discriminación.
Este movimiento ha generado una mezcla de reacciones. Los críticos advierten que la eliminación de fondos podría tener un impacto adverso en la calidad y disponibilidad de noticias en comunidades que dependen de estos servicios para obtener información imparcial. Mientras tanto, los defensores de la medida argumentan que es una necesaria corrección que refuerza la necesidad de un periodismo verdaderamente independiente.
Con esta orden, el presidente reafirma su compromiso de dar voz a lo que él describe como «reportes justos y objetivos», un tema recurrente en su administración. Las implicaciones de esta política se verán en el futuro cercano, especialmente a medida que las organizaciones afectadas busquen nuevas formas de financiación en un competitivo entorno mediático.
Fuente: WhiteHouse.gov