Un inicio titubeante
El clima sombrío en Socuéllamos presagiaba un partido complicado para el Yugo, que buscaba su primera victoria en casa frente al Sanse, ubicado en la parte alta de la clasificación. Mientras una veintena de aficionados del equipo visitante animaban desde la grada, el encuentro comenzó con un tono cauteloso, donde ambos equipos intercambiaban balones sin lograr concretar acciones significativas. La primera parte se desarrolló de manera fría y monótona, con pocas ocasiones claras y un Yugo que, aunque se mantenía firme en su defensa, carecía de creatividad en ataque.
Giro inesperado
El partido dio un giro abrupto al inicio de la segunda parte, cuando el guardameta local, Adri, hizo una parada milagrosa frente a un disparo de Fer Ruiz. Sin embargo, en una secuencia posterior, Ocaña capitalizó un tiro de esquina para abrir el marcador. Este gol sorprendió al Yugo, que había exhibido una defensa sólida, pero carecía de la chispa necesaria para igualar el encuentro. La situación se intensificó cuando Ocaña recibió una falta sin ver la segunda amarilla que habría cambiado las tornas, provocando protestas e incluso la expulsión del entrenador Jacinto Trillo.
Desenlace claro
Con el Yugo desmoralizado y el Sanse en control, el partido concluyó con un segundo gol de Vanderson que sentenció el encuentro. Los cinco minutos de descuento se volvieron una mera formalidad, con la afición visitante celebrando mientras el equipo local lidiaba con una amarga derrota que lo deja a siete puntos de la salvación. A pesar de este tropiezo, la esperanza de resurgimiento persiste, y el Yugo se prepara para su próximo enfrentamiento contra el Getafe ‘B’, con la determinación de revertir su suerte en esta dura travesía por mantener la categoría.
