Mediaset ha lanzado un nuevo desafío en su batalla por dominar la codiciada franja del access prime time con "Babylon Show", una apuesta por el humor con Carlos Latre al frente. Este movimiento busca desbancar a sus competidores, especialmente al popular "El Hormiguero" de Antena 3, liderado por Pablo Motos. Sin embargo, el veredicto de la audiencia tras el estreno no ha sido precisamente el esperado por la cadena.
El formato, que pretende ofrecer un entorno lleno de humor y entretenimiento, no ha conseguido conectar con un significativo sector del público. Las críticas no han tardado en aflorar, apuntando principalmente a un humor que para muchos parece desfasado y poco innovador. Desde el inicio, el programa ha dividido opiniones, arrastrando especial rechazo por segmentos como el reportaje inicial centrado en el fútbol, e invitados como el seleccionador Luis de la Fuente, que no terminaron de calar en los espectadores.
Comentarios en redes sociales como "Un minuto lo he aguantado. Me vuelvo a First Dates. Para mí, insoportable" o "Vergüenza ajena. Poco más que comentar. ¡Bienvenidos a 1990, supongo!" muestran el nivel de insatisfacción de algunos usuarios. Incluso hay quien ha llegado a sugerir, con cierta ironía, que el programa parece un intento de "cargarse Telecinco desde dentro".
Pese a las esperanzas depositadas en "Babylon Show" como medio para atraer audiencia —aprovechando incluso el gancho de anunciar novedades sobre "Gran Hermano 19"—, parece que el esfuerzo no ha dado los frutos esperados. Las comparaciones con otros programas tanto actuales como del pasado no han salido a favor de esta nueva propuesta, tachándola de repetitiva y desactualizada.
No obstante, no todo han sido críticas negativas. Un pequeño sector del público ha destacado aspectos positivos del programa, como el esfuerzo de Carlos Latre, la calidad del diseño gráfico y la realización. Este apoyo sugiere que, pese a las dificultades iniciales, existe un nicho de audiencia que podría contribuir a su mantenimiento en la parrilla televisiva.
La situación plantea un desafío para Mediaset: o bien ajustar el enfoque de "Babylon Show" para reconectar con las preferencias del público mayoritario o asumir el riesgo de continuar con un formato que, hasta el momento, no ha logrado competir exitosamente en la feroz batalla del prime time. La cadena se encuentra en la encrucijada de responder a las críticas o perseverar en su apuesta para ganar audiencia en una de las franjas más competitivas de la televisión española.