En una decisión que toma por sorpresa el ambiente político de Corea del Sur, el Tribunal Constitucional del país asiático ha rechazado este lunes la moción para destituir al primer ministro, Han Duck-soo, quien había asumido el puesto de presidente interino. La controversia surge tras la suspensión del aún presidente, Yoon Suk-yeol, envuelto en una crisis política por su breve implementación de la ley marcial en diciembre pasado.
La deliberación del Tribunal culminó con cinco votos a favor y uno en contra de la destitución, junto a dos jueces que argumentaron que la moción de destitución contra Han carecía de validez desde su inicio, puesto que no fue aprobada por los dos tercios necesarios del parlamento. Este veredicto llega tres meses después de que la Asamblea Nacional acusara al primer ministro y presidente interino, por su presunto papel en la declaración de ley marcial el 3 de diciembre, entre otras acusaciones.
El conflicto político alcanzó un punto crítico cuando Han, quien llevaba menos de dos semanas en el cargo de presidente interino, fue destituido el 27 de diciembre tras un enfrentamiento con el parlamento, de mayoría opositora, debido a su negativa a nombrar a tres nuevos jueces para el Tribunal Constitucional. En su lugar, el ministro de Finanzas, Choi Sang-mok, asumió interinamente el cargo mientras se evaluaban los casos contra Yoon y Han.
Inmediatamente después del fallo, Han fue reinstaurado como presidente interino. Desde su posición, prometió dedicar esfuerzos para abordar problemas urgentes, garantizar un gobierno estable y proteger los intereses nacionales, haciendo especial énfasis en la guerra comercial iniciada por el ex presidente estadounidense, Donald Trump, y el complejo panorama económico y geopolítico actual.
Aunque aún no se ha fijado una fecha exacta, se espera que el Tribunal Constitucional emita pronto un fallo decisivo sobre Yoon Suk-yeol, que determinará si se confirma su destitución o si este recupera sus poderes presidenciales. La policía surcoreana, en anticipación a esta decisión, ha anunciado que activará su máximo nivel de emergencia y movilizará toda su fuerza para prevenir posibles disturbios y asegurar la protección de sitios importantes.
Este caso ha exacerbado la polarización política en el país, con Han haciendo un llamamiento a la unidad nacional y destacando la importancia del próximo veredicto. Tras casi cinco décadas de servicio, el primero ministro expresó su deseo de que Corea del Sur avance más allá de la división ideológica, buscando un progreso colectivo hacia adelante.