El fiscal jefe de Toledo, Ángel Demetrio de la Cruz, ha declarado como testigo en el expediente abierto a su subordinada, la fiscal Susana Gisbert, quien ha sido acusada de trabajar estando de baja médica. Durante su testimonio, el fiscal jefe aseguró que nunca le dio instrucciones a Gisbert para que trabajase durante su baja.
Este caso ha generado gran controversia, ya que en los últimos meses han salido a la luz varios casos de funcionarios públicos que trabajan mientras están de baja médica. La situación de Gisbert ha sido especialmente comentada, debido a que es una figura pública y su conducta ha sido criticada por muchos.
En su declaración, el fiscal jefe afirmó que conoce a Gisbert desde hace años y que nunca ha tenido ningún problema con ella. Aseguró que en el momento en que ella le comunicó que iba a estar de baja, le pidió que le enviase un correo electrónico con su justificante médico, para que pudiera llevar un control de su situación. El fiscal jefe indicó que nunca recibió dicho correo electrónico.
Además, Ángel Demetrio de la Cruz señaló que tiene conocimiento de que la fiscal Gisbert ha tenido problemas de salud en el pasado y que siempre ha sido un empleado comprometido y responsable. De hecho, el fiscal jefe indicó que en todo momento ha mantenido buena comunicación con Gisbert y que nunca ha percibido ningún tipo de problema.
El fiscal jefe de Toledo también reveló que ha habido varios casos en su fiscalía de funcionarios que han trabajado mientras estaban de baja, pero que son casos muy puntuales y que en general, los empleados públicos respetan su baja médica. Aseguró que, en cualquier caso, este tipo de conductas no son toleradas en su fiscalía y que se toman medidas para poner fin a ellas.
La fiscal Gisbert ha sido acusada de trabajar mientras estaba de baja médica por un accidente de tráfico. La acusación se ha basado en informes médicos y declaraciones de otros empleados públicos que la habrían visto trabajando en su despacho durante su baja. La fiscal ha negado los hechos y ha asegurado que cumplió con la baja médica y que nunca recibió instrucciones contrarias.
El expediente disciplinario que se ha abierto contra Gisbert puede suponer la apertura de un expediente judicial, en caso de que se demuestre que ha cometido una infracción. La fiscal corre el riesgo de ser sancionada e incluso de perder su plaza si se demuestra que ha trabajado durante su baja.
La polémica en torno a este caso ha reabierto el debate sobre la necesidad de regularizar más exhaustivamente las bajas médicas en la Administración pública. Muchos han señalado que la falta de control en este ámbito propicia conductas como la de Gisbert y que es necesario tomar medidas para evitarlas.
En cualquier caso, lo que parece claro es que la situación de la fiscal Gisbert ha puesto de manifiesto las dificultades a las que se enfrenta la Administración pública en su gestión de las bajas médicas. Un problema que, como en tantas otras esferas, requiere de una reflexión profunda y medidas concretas para ser solucionado.
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