El Sindicato de Inquilinas de Madrid ha lanzado una nueva campaña de desobediencia civil para combatir la especulación inmobiliaria. La iniciativa, denominada ‘piquetes inquilinos’, tiene como fin movilizar a los vecinos de bloques de propiedad vertical en toda Madrid, donde se estima que hay unos 30.000 edificios afectados por esta problemática. El propósito es organizar a los residentes para defender sus derechos y presionar para que se produzcan cambios en el mercado de alquiler.
Esta acción se inspira en casos de éxito como el de la Casa Orsola en Barcelona, donde la movilización vecinal consiguió que el Ayuntamiento y la organización Hàbitat3 adquirieran el edificio a un fondo de inversión, transformándolo en un modelo de vivienda social y colaborativa. El Sindicato de Inquilinas de Madrid busca expandir estas victorias y ha anunciado que los ‘piquetes inquilinos’ no se limitarán a una única jornada, sino que pretenden mantenerse activos en el tiempo, generando nuevos focos de presión y reactivando las huelgas de alquiler como método de protesta y negociación.
Para intensificar la lucha contra la especulación inmobiliaria, se ha convocado una manifestación estatal el 5 de abril. Sindicatos de inquilinos y diversas organizaciones demandan el fin del negocio de la vivienda y promueven el acceso a una vivienda digna sobre los intereses especulativos. Las acciones comenzarán el próximo domingo a las 12:00 horas en Madrid y municipios cercanos, bajo el lema de que ante la falta de respuestas, la desobediencia es la única opción restante. Esta campaña busca visibilizar la crisis del alquiler y presionar para obtener cambios legislativos y sociales en materia de vivienda.