El servicio de Medicina Intensiva del Hospital de Toledo participa en un estudio multicéntrico internacional de pacientes críticos con Covid

El servicio de Medicina Intensiva del Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), ha participado, junto a 69 unidades de cuidados intensivos de centros hospitalarios de 14 países, en un estudio multicéntrico internacional sobre los factores de riesgo de delirio en pacientes críticos Covid.

El estudio colaborativo internacional, titulado ‘Prevalencia y factores de riesgo de delirio en pacientes críticos con COVID-19 (COVID-D): una cohorte multicéntrica’, ha sido liderado por el Grupo de Estudio Internacional de Cuidados Intensivos, el Centro de Supervivencia y Disfunción Cerebral de Enfermedades Críticas de la Universidad de Vanderbilt (Tennessee) y el Proyecto HU-CI.

El estudio, en el que se excluyó a pacientes con enfermedades mentales preexistentes, consumo de tóxicos o con déficits sensoriales previos, se llevó a cabo en 2.088 personas ingresadas en 69 unidades de pacientes críticos con infección por SARS-CoV-2, con una estancia hospitalaria de 21 días, para evaluar la prevalencia y factores de riesgo de delirio.

Entre ese rango de fechas, un total de 4.530 pacientes con COVID-19 fueron admitidos en 69 unidades de cuidados intensivos  de los cuales 2.088 pacientes con una edad meda de 64 años se incluyeron en la cohorte del estudio.

Se recogieron datos clínicos, evaluaciones de delirio y el coma y las estrategias de manejo así como se recopilaron datos adicionales sobre el soporte del ventilador, la duración de la estadía en la UCI y el estado vital durante un período de 28 días. El resultado primario fue determinar la prevalencia de delirio y coma e investigar cualquier factor de riesgo asociado.

La ventilación mecánica, el uso de inmovilizaciones e infusiones de benzodiazepinas, opioides y vasopresores, y los antipsicóticos se asociaron cada uno con un mayor riesgo de delirio al día siguiente mientras que las visitas virtuales de familiares se asociaron con menor riesgo de delirio. Durante el período de estudio de 21 días, los pacientes estuvieron vivos sin delirio ni coma durante una mediana de 5,0 días.

Este estudio, realizado con el objetivo de evaluar las estrategias a modificar, mostró dos conclusiones. Una, la aparición de delirio, entendido como  disfunción cerebral aguda, se asoció de forma significativa al consumo de benzodiazepinas y, por otro lado, siendo este un hecho muy importante en esta pandemia, aquellos pacientes que tuvieron visitas presenciales o virtuales a través de dispositivos (tablets, smartphones) desarrollaron menos delirio.

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