El gesto del multimillonario, interpretado como un saludo fascista, desata críticas en redes sociales y reacciones de figuras políticas
Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, ha vuelto a ser el centro de la controversia tras su participación en un acto posterior a la investidura de Donald Trump, celebrado en el pabellón Capital One de Washington. Durante su discurso, Musk realizó un gesto que algunos críticos han comparado con el saludo nazi. El polémico movimiento incluyó un golpe en el pecho seguido de un brusco levantamiento del brazo derecho, lo que provocó reacciones inmediatas en redes sociales y entre políticos.
El congresista demócrata Jerry Nadler calificó el gesto como “aborrecible” y lo vinculó con un acto de antisemitismo. En un mensaje publicado en X, Nadler instó a sus colegas a condenar públicamente el incidente, argumentando que este tipo de comportamientos evocan los capítulos más oscuros de la historia.
Musk se defiende y sus seguidores lo respaldan
Ante las críticas, Musk y sus defensores han rechazado tajantemente las acusaciones de que el gesto tuviera connotaciones fascistas. Según el multimillonario, el movimiento pretendía expresar que su “corazón estaba con el público”. El propio Musk afirmó durante su discurso: “¡Mi corazón está con vosotros!”, acompañando sus palabras con el gesto que ahora está en el centro de la polémica.
En su alocución, Musk también agradeció a los votantes de Trump, asegurando que ellos eran la clave para garantizar el futuro de la civilización. El empresario aprovechó el momento para destacar temas como la seguridad fronteriza, las ciudades seguras y el control del gasto público, además de hacer referencia a DOGE, la criptomoneda que espera llevar “hasta Marte”. Estas declaraciones entusiasmaron al público presente, que respondió con aplausos y vítores.
Reacciones divididas en la opinión pública
El gesto de Musk ha generado un intenso debate en redes sociales, donde algunos lo defienden como una expresión inofensiva, mientras que otros insisten en que no se puede ignorar la posible carga simbólica del movimiento. Los partidarios del multimillonario han señalado que las críticas son un intento de los opositores de Musk para desprestigiarlo y que el gesto ha sido malinterpretado. Sin embargo, figuras políticas como Nadler han pedido una reflexión más profunda sobre el impacto de estos actos en el contexto político actual.
El incidente subraya la importancia de los gestos y las palabras en eventos públicos, especialmente cuando están involucradas figuras tan influyentes como Elon Musk. Mientras unos interpretan su acción como un simple gesto emotivo, otros lo ven como un símbolo que no debería ser trivializado en un escenario tan significativo.
