En un mensaje que subraya la importancia del respeto y la unidad en la diversidad, el rey ha hecho un llamado a la comunidad iberoamericana para abordar las discrepancias existentes desde la amistad y la cooperación. Este apelo se emitió durante su participación en el Encuentro de Academias Hispanoamericanas de la Historia, llevado a cabo en Trujillo (Cáceres) con la organización de la Fundación Obra Pía de los Pizarro. Este evento reunió a académicos de toda Hispanoamérica, incluyendo representantes de Argentina, México y Colombia, entre otros.
El monarca enfatizó en su discurso la necesidad de concentrar los esfuerzos en el presente para edificar un futuro prometedor, sustentado en un mayor beneficio compartido y en la ampliación de oportunidades. Haciendo hincapié en la construcción de respuestas pragmáticas y equilibradas, señaló la importancia de impulsar lo que une a las naciones iberoamericanas, apoyándose en sus afinidades culturales y históricas.
A su vez, elogió el carácter científico del encuentro, destacando el valor de analizar e interpretar los distintos contextos históricos con un enfoque libre de prejuicios e intereses. Este tipo de aproximaciones, argumentó, es vital para fomentar el entendimiento y la capacidad de conciliar diferencias.
La reunión contó con la participación de diversas autoridades, tanto políticas como académicas, entre ellas la ministra de Educación, Pilar Alegría; la presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola; la presidenta de la Real Academia de la Historia, Carmen Iglesias; y el presidente de la Fundación Obra Pía de los Pizarro, Hernando de Orellana-Pizarro.
En su alocución, Felipe VI agradeció a la Real Academia de la Historia y a las academias hispanoamericanas por crear un espacio de diálogo y entendimiento mutuo, reafirmando la cultura como pilar fundamental de la hermandad iberoamericana. Citando a Octavio Paz, el rey cerró su intervención destacando el valor de compartir y distribuir equitativamente las verdades comunes que unen a las sociedades.
Este encuentro refleja un momento importante para la comunidad iberoamericana, subrayando la relevancia de trabajar juntos para fortalecer los lazos históricos y culturales, y superar cualquier discrepancia desde la comprensión y el respeto mutuo.
