El Rey Felipe VI ha decidido conceder los primeros títulos nobiliarios de su reinado, marcando un hito en su trayectoria al frente de la Corona. Entre los galardonados se encuentra la reconocida fotógrafa Cristina García Rodero, originaria de Puertollano, a quien se le otorga el título de nueva marquesa del Valle de Alcudia con carácter hereditario.
Además de García Rodero, el monarca ha nombrado a otros destacados españoles como marqueses. Entre ellos se encuentran el tenista Rafa Nadal, quien ha sido nombrado marqués de Llevan de Mallorca; la nadadora aragonesa Teresa Perales, que ostentará el título de marquesa de Perales; y la cantante Luz Casal, que será la marquesa de Luz y Paz. Todos estos títulos se conceden también con carácter hereditario. Por su parte, el bioquímico y biólogo molecular Carlos López Otín ha recibido el título de marqués de Castillo de Lerés, aunque en su caso será de carácter vitalicio.
Asimismo, el Rey ha querido honrar a Jaime Alfonsín, quien fue jefe de la Casa del Rey hasta febrero de 2024, designándolo marqués de Alfonsín, título que también será heredado por sus descendientes y que se otorga con el carácter de grande de España.
La Casa del Rey ha subrayado que todos los galardonados son «exponentes de la excelencia» en sus respectivos campos, ya sea en el servicio a la Corona, la ciencia, la cultura, las artes o el deporte. Según han señalado, estas personalidades representan un motivo de orgullo para España y un modelo de valores que deben inspirar a la sociedad contemporánea, en línea con el discurso de proclamación del Rey en junio de 2014 y los principios de servicio y compromiso que caracterizan su reinado.
La concesión de títulos nobiliarios es una prerrogativa del Rey, quien tiene la autoridad de «conceder honores y distinciones conforme a las leyes», según el artículo 62 apartado f de la Constitución de 1978. El proceso se formaliza mediante una real carta y se hace efectivo tras la publicación del real decreto correspondiente en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Es importante destacar que estos derechos honoríficos no son susceptibles de compra o venta y, por lo general, son hereditarios, pasando al primogénito. En ciertos casos, los títulos pueden revertir a la Corona si quedan vacantes por no haber sido ejercidos durante un periodo específico.