Casi diez años después de decir adiós a su audiencia, el programa «Hay una cosa que te quiero decir» hizo su esperado regreso a Telecinco, capturando una vez más el corazón de los espectadores españoles. La noche marcó el reencuentro de la audiencia con el inconfundible Jorge Javier Vázquez, quien retomó su papel como el emblemático presentador del espacio, trayendo consigo el carácterístico uso de cartas que siempre ha definido al programa.
En un contexto televisivo que constantemente busca innovar y sorprender, el retorno de este formato clásico logró enganchar nuevamente a la audiencia. Desde las 22:00 horas y hasta altas horas de la madrugada, el programa cosechó un respetable 9.4% de share, congregando a 797.000 espectadores frente a sus pantallas. Este regreso no solo demostró la lealtad de su audiencia histórica sino también su capacidad para atraer a nuevos seguidores curiosos por sus emotivas historias.
Jorge Javier Vázquez recibió elogios por su desempeño al frente del programa, si bien no faltaron las voces críticas que señalaron al formato por parecer «desfasado» y «antiguo». Sin embargo, la primera historia de la noche, protagonizada por Ana Guerra y su emotivo gesto de invitar a Irene a cantar la canción favorita de su hermana fallecida por cáncer, fue un claro recordatorio de la capacidad del programa para tocar las fibras más sensibles de su audiencia.
La polarización de opiniones también se reflejó en las redes sociales, donde usuarios destacaron desde el papel de Vázquez, hasta diversos aspectos técnicos del programa como el diseño del plató y los gráficos, que para algunos evocaban una estética noventera. Pese a las críticas, muchos coincidieron en la relevancia de las historias personales compartidas, considerándolas más atrapantes que cualquier ficción.
Este retorno es parte de una estrategia más amplia de Telecinco para el 2025, que incluye la resurrección de otros formatos míticos como «Caiga quien caiga», que volverá a las pantallas con Santi Millán, Lorena Castell, y Pablo González Batista como principales figuras. El panorama televisivo español se prepara así para un año de nostálgicos regresos y emocionantes novedades, prometiendo fuertes emociones y, posiblemente, liderazgo en las audiencias.