En el primer mes de la administración del presidente Donald J. Trump, la economía estadounidense muestra signos de una recuperación notable, especialmente en el sector manufacturero. La creación de 10,000 nuevos empleos en fábricas es un indicativo de una transformación rápida frente a la pérdida de 111,000 empleos manufacturados durante el último año de la administración Biden, donde se reportaba una disminución promedio de 9,000 empleos mensuales. Este notable resurgimiento ha sido aplaudido por la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, quien destacó que un 93% de los nuevos empleos generados en febrero pertenecen al sector privado.
El sector automotriz ha sido clave en este repunte, con la adición de 8,900 empleos en febrero, una clara respuesta a la política comercial implementada por Trump, que ha impulsado a las empresas a reubicar la producción en Estados Unidos. Este regreso al crecimiento es corroborado por los datos de S&P Global, que reflejan un aumento en la actividad manufacturera, alcanzando niveles que no se veían desde junio de 2022. Este informe señala que la economía manufacturera ha salido de un periodo de contracción que duró 26 meses, marcando un nuevo capítulo de expansión.
Las proyecciones del gobierno son optimistas, y se espera que el impulso procrecimiento continúe mientras la administración de Trump trabaja para implementar su agenda económica y motivar a un Congreso colaborativo. Con estas estadísticas, la administración Trump busca consolidar la narrativa de un país en recuperación económica y en el camino hacia la grandeza, haciendo un llamado a la confianza y el optimismo en la clase trabajadora y las familias estadounidenses.
Fuente: WhiteHouse.gov
