El presidente del Partido Popular (PP) de España, Alberto Núñez Feijóo, ha logrado unir y pacificar el partido tras una grave crisis interna que enfrentó a su predecesor, Pablo Casado, y la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. A un año de su elección, los cargos del PP ven grandes expectativas de ganar las elecciones del 28 de mayo, tras siete años de derrotas en elecciones generales, autonómicas y municipales. Sin embargo, entienden que aún queda el reto de derrotar a Pedro Sánchez en las elecciones previstas para fin de año.
A pesar de que hace un año Vox estaba a punto de dar el sorpasso al PP, hoy, el partido ha logrado un rearme a nivel orgánico, demoscópico e ideológico. Feijóo ha dado la vuelta a la tortilla y ha «crecido en las dos direcciones», captando votos del PSOE y de Vox, al tiempo que ha dado «serenidad» a las aspiraciones territoriales consiguiendo «unidad interna».
Las encuestas sitúan al Partido Popular como primera fuerza política, con una media de más de 30 escaños por encima del PSOE. Según una encuesta interna del PP, el partido obtendría 143 escaños frente a los 106 del PSOE, que bajaría 1,3 puntos. Aun así, los populares no se conforman y trabajan para consolidar esa posición.
Feijóo ha lanzado propuestas de pactos con el Gobierno de Pedro Sánchez en materia económica, energética, justicia, seguridad y defensa, y ha presentado un plan de calidad institucional para «regenerar las instituciones». Sin embargo, no se ha logrado sellar ningún pacto de Estado con el ejecutivo.
La cúpula del PP se afana en diferenciarse de Vox, buscando ganar sin tener que llegar a un pacto de gobierno con ellos.
