El Puente de San Pablo, uno de los hitos más destacados de Cuenca y una auténtica maravilla de la ingeniería, ha sido objeto de una inauguración que, sin duda, marcará un antes y un después en la forma en que los visitantes y ciudadanos perciben esta histórica construcción. La reciente intervención ha contado con la presencia de autoridades de elevado rango como el alcalde Darío Dolz, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, el vicepresidente primero José Luis Martínez Guijarro y el presidente de la Fundación Iberdrola España, Fernando García Sánchez.
Las miradas estaban puestas en este nuevo sistema de iluminación que promete ser un referente en cuanto a eficiencia energética y respeto por la estética y el valor cultural del puente. Esta instalación no solo tiene como finalidad realzar los elementos artísticos del puente, sino también convertirse en un ejemplo de sostenibilidad y compromiso con el patrimonio.
El puente, que se sitúa sobre el río Huécar y ofrece una espectacular vista de las famosas casas colgadas de Cuenca, ha sido desde su construcción un punto de conexión fundamental y un icono de la ciudad. La iluminación no solo permitirá un disfrute continuado del puente durante las horas nocturnas, sino que también asegurará que su contemplación sea segura y accesible para todos.
El evento de inauguración ha sido un reflejo de la importancia que tanto las instituciones locales como nacionales otorgan al cuidado y puesta en valor del patrimonio histórico-cultural. La colusión entre el gobierno de Castilla-La Mancha y la Fundación Iberdrola España en este proyecto es un claro ejemplo de la colaboración público-privada en pro del desarrollo cultural y turístico de la región.
A través de cada punto de luz ubicado estratégicamente, se podrá apreciar el puente en toda su magnitud, destacando su arquitectura y envolviendo a los visitantes en una atmósfera única. Con estas mejoras, la ciudad de Cuenca refuerza su oferta turística y se posiciona una vez más como un destino imprescindible dentro de España, donde la historia y la modernidad se entrelazan de manera sostenible y admirable.