En su intervención en el Parlamento Europeo, la eurodiputada y vicesecretaria general del PSOE de Castilla-La Mancha, Cristina Maestre, ha destacado la necesidad de cambiar el enfoque en la gestión de las sequías. Maestre ha señalado que es fundamental aumentar la inversión en infraestructuras que permitan una adecuada planificación y gestión de los recursos hídricos. Además, ha abogado por avanzar en eficiencia, reutilización, desalinización y digitalización del ciclo del agua.
La eurodiputada socialista ha alertado sobre la situación en España, donde el 70% de las demarcaciones geográficas presentan estrés hídrico y riesgo de desertificación. Esta situación afecta tanto a la agricultura como al abastecimiento humano, por lo que urge desarrollar rápidamente las infraestructuras necesarias para hacer frente a estos retos.
Maestre ha enfatizado la necesidad de cambiar ciertas prácticas que sobreexplotan los acuíferos, deterioran los ríos y contaminan las masas de agua. Según la eurodiputada, estas prácticas son las responsables de problemas como los que se están viviendo en Doñana, las Tablas de Daimiel o el deterioro del río Tajo.
En este sentido, Maestre ha rechazado las propuestas del eurodiputado de Vox, quien defendió un modelo «pernicioso» para España. Para la eurodiputada socialista, no se trata de promover trasvases que salen de zonas secas hacia otras que tienen alternativas al uso del agua, sino de invertir en eficiencia, reutilización, desalinización y digitalización del ciclo del agua.
En su intervención, Maestre ha hecho hincapié en que es necesario aumentar la inversión para lograr este cambio en el modelo de gestión del agua. Además, ha destacado el apoyo de la Comisión Europea y de la Presidencia del Consejo, que actualmente ostenta España, en esta tarea.
En definitiva, la eurodiputada Cristina Maestre ha puesto sobre la mesa la urgencia de cambiar el enfoque en la gestión de las sequías. Para ello, propone aumentar la inversión en infraestructuras necesarias para una adecuada planificación y gestión del agua, así como avanzar en eficiencia, reutilización, desalinización y digitalización del ciclo del agua. Esta transformación es crucial para hacer frente a los problemas de estrés hídrico y desertificación que afectan a España y a otras regiones de Europa.
