El PSOE de Castilla-La Mancha critica la actitud «desesperada» del PP de Núñez y le pide que analice primero sus problemas judiciales.

La diputada del grupo socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, Charo García Saco, ha arremetido contra el presidente regional del PP, Paco Núñez, por su intento desesperado de arrastrar el caso ‘Koldo’ a la región. Según García Saco, el verdadero «caldo gordo» de corrupción en la región es el caso del exalto cargo de Cospedal que enfrenta a 15 años de cárcel, entre otras «bombas judiciales» que enfrenta el PP en la región.

En una rueda de prensa en la sede regional del PSOE, García Saco ha criticado la obsesión del PP de Castilla-La Mancha por buscar implicaciones del caso ‘Koldo’ en la región, sugiriendo que podría tratarse de una estrategia para desvincular a Núñez de posibles responsabilidades. La diputada también ha instado al PP a asumir responsabilidades políticas por los casos de corrupción dentro de su propio partido en la región.

La parlamentaria ha recordado el caso de Andrés Gómez Gordo, mano derecha de Cospedal imputado en el caso ‘Kitchen’, y ha cuestionado la presencia de sus antiguos compañeros de despacho en el PP de Castilla-La Mancha. También ha mencionado el caso ‘cloro’ del portavoz del PP en la región, Santiago Serrano, por un contrato adjudicado a la empresa de su madre, así como las dietas de kilometraje cobradas por Núñez de las Cortes de Castilla-La Mancha.

Además, García Saco ha exigido explicaciones a Núñez por el voto del PP y Vox en contra de una moción socialista que pedía el fin del trasvase Tajo-Segura en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina. La diputada ha resaltado la aparente contradicción de estos partidos al votar en contra de trasvases en otras comunidades autónomas pero a favor en Castilla-La Mancha.

En conclusión, García Saco ha sugerido que el PP y Vox en Castilla-La Mancha podrían ser las federaciones con menos autonomía o tal vez las que menos amor profesan por su propia tierra. La diputada ha llamado la atención sobre la necesidad de que el PP asuma responsabilidades y reconozca las «bombas judiciales» de corrupción existentes dentro de su propio partido en la región.

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