El FC Barcelona fue eliminado de la Liga de Campeones tras perder 1-4 contra el Paris Saint-Germain en el Estadi Olímpic Lluís Companys, quedando fuera en los cuartos de final. A pesar de llevar la ventaja inicial por un gol de Raphinha y el resultado positivo de la ida (2-3), el equipo catalán sufrió un duro revés tras la expulsión temprana de Ronald Araujo. Esta tarjeta roja cambió drásticamente el flujo del juego, dando al PSG las alas necesarias para buscar la remontada frente a un Barcelona desorientado y visiblemente agotado conforme avanzaba el partido.
El enfrentamiento prometía una victoria del Barcelona que los hubiera situado en las semifinales por primera vez en cinco años, hasta que el incidente con Araujo inclinó la balanza a favor de los parisinos. Pese a empezar dominando la eliminatoria e incluso contando con dos grandes oportunidades para forzar la prórroga hacia el final del partido, el Barcelona no pudo sobreponerse a las circunstancias. Eventualmente, la estrella del PSG, Kylian Mbappé, selló el destino del encuentro con el decisivo cuarto gol, en un partido que dejó al Barcelona reflexionando sobre lo que pudo haber sido y marcando el fin de su viaje en esta temporada de la Liga de Campeones.
