La Catedral de Cuenca ha recibido de vuelta un documento del siglo XII que fue robado de su archivo hace 43 años. Se trata de un privilegio rodado, sellado por el rey Alfonso VIII, que ha sido recuperado en un despacho de abogados de Barcelona en el marco de la operación Alfonsusrex llevada a cabo por la Policía Nacional.
Este pergamino es uno de los documentos más antiguos del archivo de la Catedral de Cuenca, solo superado por otros 25. Hasta ahora, solo se conocía su existencia por una copia realizada por un fraile en el siglo XVIII. En marzo de 1980, este valioso documento fue robado junto a otros 92 en un robo por el cual una persona fue condenada en 1985.
El inspector Paco Sánchez, hijo del jefe de la policía de Cuenca que denunció el robo en la década de los ochenta, ha liderado la investigación de manera fortuita. El privilegio estaba en una lista de objetos robados de Interpol y se desconocía su paradero desde 1989, cuando se sospechó que se encontraba en Bogotá y se estaba ofreciendo en canales no habituales de compra de arte y manuscritos por unos 25.000 euros.
El deán de la Catedral de Cuenca, José Antonio Fernández, descubrió que el documento estaba en circulación gracias a la llamada de una persona que le informó de que se le había ofrecido la posibilidad de adquirirlo en un congreso. Además, se descubrió que un catedrático de Historia Medieval de Barcelona había sido contratado para emitir un certificado de autenticidad.
La Catedral ha colaborado activamente en la investigación, llegando incluso a contactar con los compradores para facilitar la recuperación del documento, que finalmente se encontraba en un despacho de abogados de Barcelona. Tras una orden de registro, el privilegio ha podido ser recuperado y actualmente hay dos personas investigadas por receptación de documentos robados.
En un acto celebrado el miércoles, la Policía Nacional ha devuelto el histórico pergamino del año 1195 a su legítimo propietario, la Catedral de Cuenca. El obispo de Cuenca, José María Yanguas, lo ha calificado como una «reliquia» y «un pedazo de la historia de España». El responsable del archivo, Ángel Martínez, ha destacado su valor, ya que el monarca castellano cede una parte de sus diezmos al cabildo en este documento.
El comisario José Luis Serrano ha resaltado el buen estado de conservación del pergamino a pesar de haber pasado cuarenta años desde su robo. Asimismo, ha destacado la coordinación entre las unidades y los efectivos de Cuenca, Madrid y Barcelona, así como la implicación de la fiscalía y la judicatura en esta operación.
El inspector jefe de la brigada de Patrimonio, Miguel Ángel Espada, se mostró satisfecho con el éxito de esta operación tanto desde el punto de vista policial como por su condición de conquense, natural de Pedro Naharro. Aunque todavía faltan por recuperar al menos 36 documentos de aquel robo de 1980, la recuperación de este privilegio abre la puerta a la posibilidad de encontrar otros más.