La economía estadounidense parece estar mostrando señales de recuperación en medio de los esfuerzos de la administración del presidente Donald J. Trump por estabilizarla tras años de volatilidad. Los ciudadanos han comenzado a notar los efectos positivos de las políticas implementadas, que se centran en la reducción de regulaciones y el impulso a la energía nacional, lo que se traduce en alivio para sus bolsillos.
Uno de los cambios más notables se observa en el precio de los huevos, que ha registrado una caída significativa en las últimas semanas. El precio mayorista promedio de los huevos ha pasado de $6.55 por docena en enero a $3.45 hoy, lo que representa una disminución del 47.3%. Este descenso constante es parte de un enfoque más amplio para garantizar la accesibilidad a productos básicos, corrigiendo lo que la administración actual considera los errores de su predecesora.
Por otro lado, el costo del combustible también muestra una tendencia a la baja. El promedio nacional del precio de la gasolina ha disminuido durante cuatro semanas consecutivas, bajando de $3.05 hace un mes a $2.95 por galón hoy. Esta situación contrasta notablemente con la presión inflacionaria de años anteriores, y más de dos tercios de las estaciones de servicio en el país ofrecen gasolina a menos de $2.99 por galón. En comparación con el mismo periodo del año pasado, el precio ha bajado en 42 centavos, lo que posiciona los precios actuales como los más bajos para marzo en cuatro años.
Prácticamente en todos los estados se reportan precios promedio por debajo de los $3, lo que representa una clara mejora en la situación del consumidor. Estados como Alabama y Arkansas presentan precios destacadamente bajos, mientras que otros, como California, aunque más altos, también han disminuido en comparación con el año previo. Estos cambios se dan en el contexto de un enfoque renovado en la energía estadounidense, que busca aumentar la producción y reducir la dependencia de fuentes externas.
Apenas han pasado dos meses desde que Trump asumió su segundo mandato, pero los detalles de su agenda económica están empezando a reflejarse en la vida diaria de los estadounidenses. Sin embargo, los efectos de estas políticas aún están en desarrollo, y el verdadero impacto a largo plazo será la prueba definitiva de su efectividad.
Fuente: WhiteHouse.gov