En un contexto de fluctuaciones políticas significativas, Castilla-La Mancha ha reflejado un escenario electoral que favorece al Partido Popular, situándolo como claro vencedor de las recientes elecciones europeas en la región. Con un notorio 41,46% de los sufragios y un acumulado de 331.102 votos, el partido ha superado su rendimiento anterior de 2019 por 35.000 votos. Por su parte, el PSOE ha experimentado una caída en apoyo, contabilizando tan solo el 31,68% de los votos, lo que supone una disminución de 181.000 votos en relación a los anteriores resultados de dichos comicios. Cabe mencionar que la última ocasión se caracterizó por la simultaneidad de elecciones municipales y autonómicas.
La campaña electoral ha transcurrido con una visibilidad menor para el PSOE en la región, en parte debido a la ausencia de Emiliano García-Page, influencia que se ha manifestado en un descenso aproximado de 2,5 puntos porcentuales respecto a los comicios generales del 23 de julio. Este traspié del PSOE casi equivale a la ganancia percentual que exhibe el Partido Popular en esta comparativa electoral.
En relación con Vox, la elección ha supuesto un retroceso al captar un 12,99% de los votos, una cifra muy por debajo del 17,77% obtenido hace once meses. Por otro lado, la agrupación de electores Se Acabó la Fiesta liderada por Alvise Pérez, parece haber restado parte del electorado de Vox, acercándose peligrosamente al 5% de apoyo.
Ciudadanos, por su parte, confirma su declive al desaparecer prácticamente del espectro electoral castellanomanchego, al punto que, al quedar séptima en el ámbito autonómico, fue rebasada por la plataforma Existe en Cuenca y, en el caso de Guadalajara, hasta por el PACMA.
En cuanto al bipartidismo, tanto el PP como el PSOE en Castilla-La Mancha han logrado procesar el quinto mejor resultado de sus respectivas fuerzas en el ámbito estatal. Esto sitúa a la región detrás de Baleares, Murcia, Castilla y León y Madrid en el caso del PP y por detrás de Asturias, La Rioja, Extremadura y Andalucía en el caso del PSOE.
El liderazgo de Paco Núñez no ha impedido que el PP sufra derrotas a nivel autonómico en 2019 y 2023 frente a las mayorías de García-Page, aunque han tenido éxito en las elecciones municipales, tomando las alcaldías de siete de las ocho ciudades más pobladas de la comunidad. Curiosamente, en esta ocasión, el partido no incluyó a candidatos castellanomanchegos en posiciones primeras de sus listas, teniendo a la ex Ciudadanos Eva Poptcheva como figura destacada en campaña, pero sin representación directa de la región en lugares preferentes.
El PSOE, comparativamente, otorgó un puesto preeminente a la ciudadrealeña Cristina Maestre, quien continuará como europarlamentaria, manteniendo su rol de portavoz en la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo.
La distribución de votos consolidó el bipartidismo en la autonomía con un 73,14% dividido entre el PP y el PSOE. Superan este porcentaje solo Extremadura, Castilla y León y Cantabria, demostrando una vez más la preferencia bipartidista del electorado español en ciertas regiones. Este escenario revela las continuidades y cambios de la dinámica política regional de cara a los retos europeos y nacionales inminentes.