El reciente cese de José Luis Escudero como delegado de la Junta en Guadalajara ha generado reacciones en el ámbito político de la provincia. Desde el Partido Popular, no muestran sorpresa ante esta decisión, a la que atribuyen «rencillas internas» dentro del PSOE y al «capricho de algunos» miembros del partido. El vicesecretario del PP en Guadalajara, José Miguel Benítez, ha expresado su opinión en rueda de prensa, sugiriendo que la creación de un comisionado de Accesibilidad para reubicar a Escudero es una maniobra «para colocar» al exdelegado, quien continuará percibiendo un salario del erario público.
Benítez cuestionó la necesidad de establecer un nuevo cargo de comisionado de Accesibilidad después de más de 30 años de funcionamiento de la ley correspondiente, resaltando la falta de información sobre las funciones y el presupuesto de dicho puesto. Además, comparó esta situación con el cargo de Reto Demográfico, que ocupa Jesús Alique, de quien desconoce igualmente sus atribuciones.
El vicesecretario del PP también apuntó que rumores sobre cambios en el partido estaban circulando durante las fiestas de Guadalajara, donde se mencionaban reuniones entre el secretario provincial del PSOE, Pablo Bellido, y el exalcalde Alberto Rojo. Según Benítez, estos encuentros han influido en la destitución de Escudero.
A pesar de las circunstancias, el Partido Popular se ha mostrado interesado en el futuro de las promesas e iniciativas pendientes que Escudero había establecido con alcaldes y concejales de la región. Respecto a Rosa María García, quien asumirá el cargo de delegada de la Junta, Benítez la describió como una persona «agradable y educada», pero advirtió que ha «se metió en la boca del lobo» dado el cambiante clima político dentro del PSOE, donde un día alguien puede ser considerado un candidato idóneo y al siguiente ya no.
