El Partido Popular (PP), encabezado por Alberto Núñez Feijóo, ha ganado las elecciones generales celebradas el 23 de julio, pero no ha logrado la mayoría necesaria para formar gobierno en alianza con Vox. Según los resultados disponibles, con el 93,1% de los votos ya escrutados, ninguno de los dos bloques principales alcanza la mayoría absoluta de 176 escaños necesaria para gobernar.
El PP ha obtenido 136 diputados, mientras que el PSOE, liderado por Pedro Sánchez, se queda con 122. Ambos partidos se encuentran en torno al 32% de los votos, con una ligera ventaja para el PP. Sin embargo, sumando los 33 escaños de Vox al total del PP, el bloque de la derecha se queda con 169 escaños. Por otro lado, el bloque de la izquierda, con los 31 de Sumar, suma 153 diputados.
Los resultados rompen las expectativas de un cambio de gobierno liderado por la derecha. De hecho, los socialistas no solo resisten, sino que mejoran su posición con respecto a las elecciones de 2019, ganando tres diputados más. Esta fortaleza se debe en gran medida al Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC), que se ha convertido en la primera fuerza en Cataluña con 19 diputados.
Además, el PSOE ha logrado mantener su posición en otros territorios clave como Andalucía, donde está en disputa con el PP para ser la fuerza más votada, y Madrid, donde ha crecido en dos diputados hasta alcanzar un total de doce. Asimismo, ha conseguido ser la fuerza dominante en Navarra y Extremadura.
En contraste, el PP ha crecido en 47 escaños, absorbiendo a Ciudadanos y ganando terreno a Vox, pero este crecimiento ha resultado insuficiente para garantizar un cambio de gobierno.
En las próximas semanas, las negociaciones y las alianzas políticas serán determinantes para definir quién formará el próximo gobierno de España.