El diputado autonómico y portavoz adjunto del Partido Popular (PP) en las Cortes de Castilla-La Mancha, Santiago Serrano, ha expresado su crítica hacia el presidente de la región, Emiliano García-Page, acusándolo de iniciar un «éxodo a Madrid», lo que, según él, está afectando negativamente a los servicios públicos de la comunidad. Durante una rueda de prensa ofrecida este miércoles en la sede del PP, Serrano cuestionó la presencia y el interés de García-Page por la región, señalando que parece estar más preocupado por su imagen en los medios que por las necesidades de los castellanomanchegos.
Serrano argumentó que la ausencia del presidente en la región se debe a un desinterés en los asuntos locales, afirmando que García-Page «se aburre de Castilla-La Mancha». Esta crítica se centra en la incapacidad del presidente para utilizar su representación en el Congreso de los Diputados, donde el PP sostiene que cuenta con ocho diputados que podrían ayudar a abordar los problemas que enfrenta la comunidad. Serrano tachó de «cobardía» el hecho de que García-Page no esté actuando para defender los intereses de los ciudadanos.
El portavoz popular también hizo hincapié en que mientras los servicios públicos sufren, con una sanidad colapsada y problemas en la educación y la atención a la discapacidad, el presidente parece enfocado en generar titulares en lugar de trabajar en cuestiones relevantes como la financiación autonómica. Serrano subrayó la preocupación por la propuesta de García-Page de modificar el modelo de financiación, advirtiendo que podría dejar de lado a muchos municipios en situación de despoblación.
Asimismo, Serrano criticó la postura de García-Page frente a las «cesiones inmorales e ilegales» del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hacia los partidos independentistas. Insistió en que el presidente regional debería estar defendiendo el Estado de Derecho y la Constitución, en lugar de actuar como un mero promotor de relaciones públicas. También se refirió a la propuesta de García-Page para aprobar presupuestos cada cuatro años, considerándola inconstitucional y perjudicial tanto para la economía como para la gobernabilidad.
La comparecencia de Santiago Serrano concluyó con una fuerte crítica hacia lo que considera un apoyo incondicional de García-Page a Sánchez, acusándolo de darle un «cheque en blanco» que permitiría al presidente del Gobierno actuar sin control mientras los intereses de Castilla-La Mancha quedan relegados.
