Un estudio revela que más del 70% del pollo de Lidl en Europa está contaminado, incluyendo un 71% en España
Un informe reciente de un laboratorio independiente de Colonia, Alemania, ha encendido las alarmas sobre la seguridad alimentaria del pollo comercializado por Lidl. El estudio indica que más del 70% del pollo en los establecimientos de Lidl en Alemania, Italia, Reino Unido, Polonia y España está contaminado con bacterias peligrosas. Estas incluyen microorganismos asociados a enfermedades diarreicas como Escherichia coli y Campylobacter.
En el caso específico de España, se analizaron 24 muestras de productos de pollo de Lidl, de las cuales 17 presentaron trazas de bacterias patógenas. Esto representa un preocupante 71% de contaminación en el pollo de Lidl en el país. En particular, el 38% de las muestras contenían listeria, y el 83% presentaban bacterias ligadas a enfermedades diarreicas.
Detalles del estudio y productos analizados
El estudio, avalado por el organismo de acreditación alemán DAkkS, examinó 142 artículos cárnicos de Lidl en cinco países europeos. En España, las muestras se tomaron en supermercados de Madrid, Barcelona y Valencia, incluyendo productos como alitas de pollo partidas, jamoncitos, cuartos traseros, canal y pechuga de pollo.
La presencia de estas bacterias en productos cárnicos puede causar diversas enfermedades, incluyendo infecciones del tracto urinario, neumonía y septicemia. La contaminación en el pollo de Lidl en España es notablemente alta comparada con otros países: un tercio de los productos en Alemania y el 58% en el Reino Unido también estaban contaminados.
Respuesta de Lidl ante la controversia
Tras la difusión del informe, Lidl ha defendido la calidad y seguridad de sus productos. La cadena de supermercados asegura que realiza controles exhaustivos y que las autoridades sanitarias también supervisan a sus proveedores. En declaraciones a Público, Lidl rechazó las acusaciones y enfatizó que la presencia de bacterias no se debe al método de cría de sus proveedores, sino que representa un desafío para toda la industria avícola.
Lidl subrayó la importancia de seguir estrictos controles de calidad y cumplir con la legislación vigente. La cadena destaca que la contaminación bacteriana en carne fresca es un reto compartido por toda la industria, y no un problema exclusivo de sus proveedores.