El Ayuntamiento de Guadalajara ha dado un nuevo paso en la rehabilitación del Poblado de Villaflores, un conjunto arquitectónico que posee la consideración de Bien de Interés Cultural (BIC). Tras completar la primera fase, que se centró en la consolidación de los edificios y que requirió una inversión de 2.357.113 euros a lo largo de 14 meses, se iniciará ahora una segunda fase que se contempla con un presupuesto de 907.000 euros. El objetivo es restaurar completamente varias estructuras, además de los espacios exteriores, para que el conjunto esté disponible para visitas el próximo año.
El concejal de Urbanismo, Alfonso Esteban, puntualizó la importancia de conservar este patrimonio arquitectónico que había permanecido en estado de abandono durante muchos años. En compañía del jefe de Urbanismo, César Gismera, Esteban destacó el compromiso de la alcaldesa, Ana Guarinos, al haber anunciado la continuidad de los trabajos tras la finalización de la primera fase. Esta fase no solo se centró en la estabilización de los edificios, sino que también incluyó la impermeabilización y la instalación de un vallado perimetral para proteger el lugar de posibles actos de vandalismo.
Esteban agradeció el esfuerzo de los técnicos que han trabajado en este proyecto, indicando que los créditos para la segunda fase ya están incorporados al presupuesto municipal de 2025, procedentes del aval del agente urbanizador. Por su parte, el jefe de Urbanismo, César Gismera, mostró imágenes que ilustran el antes y el después de la primera fase, enfatizando la complejidad de la rehabilitación, realizada con un cuidado meticuloso de los materiales originales.
El proyecto de la segunda fase ya está en proceso de contratación, con una duración estimada de tres meses para la redacción del proyecto y un plazo de ocho meses para la fase de obra. Se prevé que, a partir de la licitación, las obras estén finalizadas en aproximadamente un año y medio, permitiendo a los vecinos disfrutar del conjunto histórico.
Entre las edificaciones que se rehabilitarán se encuentra la capilla, que tendrá una funcionalidad como centro de interpretación del conjunto agropecuario, y una vivienda de colonos que exhibirá cómo era la vida de los agricultores a principios del siglo XX. También se llevarán a cabo trabajos de limpieza y acondicionamiento de otros edificios, como el palomar y la bodega, para facilitar su observación. Además, se urbanizarán los exteriores y se habilitarán módulos de aseos y taquillas, así como servicios básicos de agua, saneamiento y electricidad para las visitas guiadas que se programen.
El Poblado de Villaflores también alberga un edificio de propiedad privada que ha recibido atención rehabilitadora por parte de su propietario. Este esfuerzo por conservar el patrimonio forma parte de las obras de urbanización del sector SP 93, y Esteban ha expresado su esperanza de que estas nuevas obras de urbanización y construcción de viviendas en la zona se impulsen en este mandato, mientras se trabaja en la apertura del poblado al público.
