El PNV urge a los prisioneros de ETA a mostrar «reconocimiento del daño causado» en respuesta al fin de la dispersión.

El acercamiento de todos los presos de ETA a cárceles vascas y navarras es una decisión positiva que ha llevado a cabo el Gobierno de Pedro Sánchez durante los últimos cinco años, según Andoni Ortuzar, presidente del Partido Nacionalista Vasco. Sin embargo, Ortuzar ha destacado que es necesario que los miembros de la banda terrorista reconozcan el daño causado a las víctimas y a la sociedad tras el fin de la política de dispersión.

El líder nacionalista ha hecho estas declaraciones durante un acto de su partido en Iruña de Oca (Álava), donde ha comentado que “poco a poco vamos cerrando el negro pasado del terrorismo y la violencia”, pero que “todavía faltan varios pasos”.

Por otro lado, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha defendido en un acto en Segovia que el alejamiento de los presos de ETA “ya no tenía sentido” tras la derrota de la banda terrorista. El acercamiento de los presos a cárceles vascas y navarras ha sido un proceso largo y trabajoso que ha contado con el rechazo de algunos sectores de la sociedad española.

El movimiento social de víctimas del terrorismo ha sido uno de los principales críticos del acercamiento de los presos de ETA. El colectivo ha denunciado que esta medida “premia a los asesinos y humilla a las víctimas”.

Por su parte, los defensores de los derechos humanos han aplaudido la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez, considerando que el alejamiento de los presos de ETA contravenía los principios humanitarios y de reinserción social.

Lo cierto es que el fin de la política de dispersión de los presos de ETA ha sido un hito histórico en la lucha contra el terrorismo. Esta medida ha contribuido a una normalización política y social en el País Vasco y ha permitido avanzar en el proceso de paz y reconciliación.

No obstante, para que este proceso sea completo y duradero, es necesario que los miembros de ETA reconozcan el daño causado. La sociedad vasca y navarra necesitan esta reconciliación para dejar atrás las heridas del pasado y construir un futuro en paz y armonía.

En definitiva, el acercamiento de los presos de ETA a cárceles vascas y navarras es una medida positiva que contribuye a la normalización política y social del País Vasco. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para que este proceso sea completo y duradero, y es necesario que los miembros de la banda terrorista asuman su responsabilidad y reconozcan el daño causado a las víctimas y a la sociedad.

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