El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha presentado el ‘Plan 10.000 Viviendas’ en Toledo, el cual podría sobrepasar la cifra inicial y, además, crear 25.000 empleos en el sector de la construcción. Durante la presentación, García-Page se encontraba junto a un nutrido grupo de constructores y la Federación Regional de Empresas Constructoras de Castilla La Mancha (FERECO), así como el consejero de Fomento, Nacho Hernando. El presidente ha destacado el papel de las empresas constructoras en el desarrollo económico del país, al mismo tiempo que ha lamentado «los populismos» que critican su actuación.
Este plan busca equilibrar el sector y ayuda a solucionar los problemas de vivienda que existen en España, en particular en Castilla-La Mancha. Según ha explicado el presidente de la Junta, la región ha ganado 400.000 habitantes en los últimos 40 años, desterrando así el concepto de despoblación. En zonas limítrofes con la Comunidad de Madrid, que están en plena expansión y que presentan problemas de falta de vivienda, es donde este plan está dirigido, según indicó García-Page, quien señaló que «será flexible en el mapa autonómico».
El presidente manifestó que se trata de viviendas para comprar o alquilar a precios más asequibles, lo que hace efectivo el derecho a la vivienda recogido en la Constitución Española. «Esto no son 10.000 viviendas sociales, ni para colectivos marginales. Hemos llegado a un acuerdo con el sector de la construcción», sostuvo. García-Page también señaló que no se intervendrá en el mercado y que se buscará la rentabilidad en la construcción y el interés público. El presidente se mostró reacio a la promoción de vivienda directa por parte de la Administración regional, indicando que «no puede ser un gran casero».
En el evento, García-Page aprovechó la oportunidad para destacar que, según Funcas, Castilla-La Mancha fue la región con menor caída del PIB en 2020 y la que ha mostrado más dinamismo en la fase de recuperación post pandemia. En el ámbito de los fondos de rehabilitación con Fondos Europeos, Castilla-La Mancha lidera la gestión, y una parte importante de los 106 millones de euros del Plan proceden de dichos fondos.