El personal de un colegio de Guadalajara se manifiesta ante unas condiciones de trabajo que “están provocando enfermedades”

El Sindicato de Administración y Servicios de Castilla-La Mancha (STAS-CLM) ha convocado una acción de protesta en el centro de educación especial Virgen del Amparo de Guadalajara ante “la falta de recursos materiales y humanos que ya ha producido multitud de enfermedades al personal debido a la sobrecarga de trabajo”. Para visibilizar esta situación en la que “la administración lleva mucho tiempo dando largas”, según ha afirmado la organización sindical, se ha convocado una concentración para el miércoles 18 de octubre a las 10:00 en la entrada del propio colegio.

Concretamente, STAS-CLM ha destacado el nivel de estrés del personal tanto de cocina como de los auxiliares técnicos educativos (ATE), haciendo referencia directa a diferentes factores; como la necesidad de prácticamente personalizar los menús a unos alumnos y alumnas que requieren necesidades muy concretas, o todo el esfuerzo físico que un escaso número de profesionales tienen que asumir, por ejemplo, ayudando a personas con movilidad reducida.

Pese a que el actual refuerzo del personal de ATE se mantiene desde la cuarentena, la organización no solo demanda más profesionales, sino que remarca a modo de aviso que estos recursos humanos se pueden perder, ya que no ha habido un aumento estructural de este personal que sea permanente: “se ha empeorado el funcionamiento del centro, y se está ofreciendo un servicio público que debería de ser de mayor calidad”. Por todo ello, demandan un aumento de la plantilla del personal laboral del centro.

Pero, más allá de este reclamo en términos humanos, STAS-CLM se ha referido directamente al problema que tiene este centro en términos arquitectónicos: “el edificio no reúne las condiciones necesarias. Primero, porque las infraestructuras no se han renovado y el centro se ha quedado obsoleto, y segundo porque las necesidades que demanda el alumnado actual han cambiado”. Y es que, mientras que hace unos años el centro prestaba servicio a un alumnado con discapacidad intelectual, ahora un gran porcentaje de estudiantes son jóvenes con discapacidad de movimiento. “El edificio no está preparado para esto”, explican los propios trabajadores destacando ejemplos como la falta de espacio en los ascensores.

Señalan que todas estas carencias son consecuencia de los recortes en servicios públicos, que afectan particularmente a la educación y por ello afirman que, “sin medios materiales ni humanos suficientes no es posible la inclusión del alumnado con necesidades especiales”.

“Ante la falta de respuesta por parte de la Administración regional, hay que denunciar que sí que hay dinero para decenas de puestos de trabajo puestos a dedo como asesores técnicos docentes en la JCCM, pero no para que haya más personal en este colegio para cubrir las necesidades sin que los trabajadores pierdan la salud”, han recalcado desde STAS-CLM después de recordar que esta ha sido una reivindicación que se le ha trasladado históricamente a la delegación para que se solucione.

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