El Parlamento expresó una contundente condena contra la reciente ocupación violenta de Nagorno-Karabaj por parte de Azerbaiyán durante una sesión celebrada el jueves. En un comunicado enérgico, se reclamaron sanciones contra los perpetradores de las agresiones y se exigió una revisión integral de las relaciones bilaterales con el país caucásico.
La Comisión de Asuntos Exteriores del Parlamento, en su intervención, subrayó la necesidad inmediata de tomar acciones diplomáticas y económicas para responsabilizar a los implicados en la toma forzosa de Nagorno-Karabaj. Los representantes parlamentarios señalaron la gravedad de la situación y la urgencia de una respuesta coordinada por parte de la comunidad internacional.
Durante la sesión plenaria, diversos diputados coincidieron en que los hechos acontecidos constituyen una grave violación del derecho internacional y de los principios fundamentales de respeto a la soberanía y a la integridad territorial. En este sentido, se instó a la comunidad internacional a no permanecer indiferente ante la escalada de violencia en la región.
«Es imperativo que se apliquen sanciones efectivas y contundentes para asegurar que los responsables de estos actos no queden impunes», declaró un miembro destacado de la Comisión de Asuntos Exteriores. Asimismo, hizo un llamado a revisar las relaciones diplomáticas y económicas con Azerbaiyán a la luz de estos acontecimientos, subrayando la necesidad de revaluar los acuerdos vigentes y futuros con dicho país.
La resolución adoptada por el Parlamento también destaca la necesidad de un mayor apoyo humanitario para las víctimas del conflicto en Nagorno-Karabaj. Los diputados hicieron hincapié en el sufrimiento de la población civil y la urgente necesidad de asistencia para garantizar la supervivencia y bienestar de los desplazados por la violencia.
El conflicto en Nagorno-Karabaj, una región enclavada en el Cáucaso Sur, ha sido una fuente de tensión y enfrentamientos durante décadas. La reciente ofensiva de Azerbaiyán ha reavivado las hostilidades y desencadenado una crisis humanitaria que requiere una respuesta decisiva de la comunidad internacional.
La sesión parlamentaria concluyó con un llamado unánime a la diplomacia internacional para que actúe de manera firme y coordinada en la búsqueda de una solución pacífica y duradera para el conflicto en Nagorno-Karabaj. Los diputados enfatizaron que la paz y la estabilidad en la región dependen de la voluntad política y el compromiso de todas las partes involucradas para resolver sus diferencias de manera diplomática y respetuosa del derecho internacional.
Nota de prensa UE
