El Parlamento Europeo ha aprobado recientemente un acuerdo para proteger productos artesanales e industriales dentro de la Unión Europea. Este acuerdo busca establecer un marco basado en indicaciones geográficas que permita proteger aquellos productos que, debido a su singularidad en origen y producción, deban ser reconocidos y protegidos como marca.
Esta medida se basa en el modelo actualmente aplicado por la Unión Europea en el ámbito de la agroalimentación, los vinos y los licores. Con el apoyo de los eurodiputados en Estrasburgo, ahora solo queda que los Veintisiete aprueben este acuerdo, el cual fue alcanzado por los negociadores del Consejo y la Eurocámara en mayo pasado.
La Comisión Europea estima que este nuevo marco brindará protección a alrededor de 800 productos, incluyendo por ejemplo el cristal de Murano y la porcelana de Limoges. España sería el país más beneficiado, con más de 200 artículos que podrían recibir esta protección, como la cuchillería de Albacete, el calzado de Elche, la cerámica de Manises y la piel de Ubrique.
Para que un producto aspire a la protección europea, debe cumplir tres criterios: ser originario de un lugar o región específica, contar con singularidad en su calidad, reputación o características, y realizar al menos uno de los pasos de producción en la zona geográfica definida.
Actualmente, 16 Estados miembros, incluida España, cuentan con sistemas nacionales de indicación geográfica para este tipo de productos. Sin embargo, esta protección no se extiende más allá de las fronteras nacionales debido a la falta de un marco armonizado a escala comunitaria.
En este sentido, se propone un procedimiento simplificado en dos fases para facilitar a los productores interesados el acceso a esta protección. La primera fase se realizará a nivel nacional, aprovechando los esquemas ya existentes en muchos países, para evitar una carga burocrática y financiera excesiva.
Por otro lado, el control y aplicación de las nuevas normas estará a cargo de las autoridades nacionales. Estas deberán vigilar que los productos, incluidos los vendidos en línea, cumplan con las especificaciones requeridas para su comercialización.
Este acuerdo busca garantizar la protección y promoción de la diversidad y singularidad de los productos europeos, tanto dentro como fuera de la Unión Europea. Mediante la protección de indicaciones geográficas, se busca valorar y fortalecer la identidad cultural y económica de las regiones, así como garantizar la calidad y autenticidad de los productos ofrecidos a los consumidores.