El Paquete Transformador: Cómo la Nueva Legislación Está Remodelando Estados Unidos Desde el Primer Día

«La era dorada de Estados Unidos comienza ahora mismo». Con estas palabras, Donald Trump se convertía en el presidente número 47 de Estados Unidos, iniciando su mandato con una serie de promesas y decisiones que marcan el tono de lo que será su administración. Entre grandilocuentes declaraciones, Trump aseguró que devolverá «la fe, la riqueza y la libertad» al país, valores que considera perdidos bajo la gestión de Joe Biden. «A partir de este momento, el declive de Estados Unidos ha terminado», proclamó.

Tras jurar el cargo, el magnate no perdió tiempo y empezó a cumplir su promesa de firmar hasta 100 órdenes ejecutivas durante su primer día en el Despacho Oval. Sus acciones estuvieron enfocadas en la guerra contra la inmigración, la energía con la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París, y el desmantelamiento del legado de Biden, poniendo fin a programas gubernamentales que promueven la diversidad, la equidad y la inclusión, y proclamando el 20 de enero de 2025 como el «Día de la Liberación».

En su cruzada contra la inmigración, Trump declaró una emergencia nacional en la frontera, prometiendo desplegar fuerzas armadas, retomar la construcción del muro y detener toda entrada ilegal al país. También anunció el desbloqueo de fondos federales para continuar el proyecto del muro fronterizo sin la aprobación del Congreso, reafirmando así su postura rigurosa en materia de inmigración que ya había sido una señal distintiva en su primer mandato.

El presidente se comprometió asimismo a acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento para los hijos de inmigrantes ilegales, una medida que requeriría un cambio en la Enmienda 14 y cuyos efectos legales y reales aún son inciertos. Además, planea designar a ciertos cárteles, entre ellos la Mara Salvatrucha (MS-13), como organizaciones terroristas extranjeras y reinstaurar el polémico programa «Quédate en México».

Sobre el plano energético, Trump prometió hacer que Estados Unidos vuelva a ser «una nación rica», enfocándose en aumentar las exportaciones de petróleo y gas. Este enfoque marca una clara oposición al plan energético de Biden, con Trump firmando órdenes para reducir los límites de contaminación permitidos y fomentar la producción de combustibles fósiles.

Paralelamente, Trump ha reiterado su compromiso de retirar a Estados Unidos del Acuerdo Climático de París, una decisión que, según expertos, podría tener graves consecuencias para el clima global. Además, el mandatario criticó la gestión de Biden frente a desastres climáticos, prometiendo una política energética nacional enfocada en la «emergencia energética».

Finalmente, Trump abordó lo que describe como una «guerra cultural», prometiendo políticas que distinguen únicamente dos géneros, eliminando protecciones para la comunidad transgénero y criticando las teorías sociales y políticas en las Fuerzas Armadas. A pesar de su promesa de dejar un legado «pacificador y unificador», las medidas anunciadas apuntan a una administración que continúa fomentando la división.

En resumen, el inicio del segundo mandato de Donald Trump está marcado por una agenda que promete revocar políticas de la administración Biden, reafirmar sus políticas antimigratorias, enfocarse en la producción energética tradicional y luchar contra lo que él considera ingeniería social en la sociedad estadounidense. Estas decisiones son un claro indicativo del enfoque que Trump planea dar a su administración, prometiendo una era dorada para Estados Unidos bajo su liderazgo.

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