El Paleto de Cuenca supera el medio siglo en pleno centro de Madrid dando servicio de charcutería y carnicería

El Paleto de Cuenca supera el medio siglo en pleno centro de Madrid dando servicio de charcutería y carnicería

La charcutería Paleto de Cuenca, que lleva operando desde 1968, es un negocio tradicional de origen conquense ubicado en el popular Mercado de Antón Martín en Madrid. Con casi 55 años de servicio, su lema es «Si quieres llegar a los 90, come jamón del Paleto de Cuenca».

Miguel Crespo, natural de Belinchón, ha estado vendiendo productos cárnicos y productos tradicionales castellanomanchegos en la capital durante más de 60 años, 55 de ellos bajo su propio sello. Tiene varios establecimientos en la capital, siendo el principal el situado en el Mercado Antón Martín, cerca de la calle Atocha. También cuenta con un segundo local en el Mercado de la Paloma, en la calle Toledo número 109, que inauguró hace dos años y en el que Miguel dedica más tiempo.

Este establecimiento ofrece productos de charcutería de calidad y una amplia variedad de productos de origen castellanomanchego, que van desde bollería hasta queso, sin olvidar el vino. Además, ofrece servicio a domicilio para llegar a todos los consumidores tanto de Madrid como de otras provincias. También es responsable de la distribución de productos cárnicos a algunos de los grandes comercios de la capital, contando con una clientela fiel.

La historia del Paleto se remonta a la juventud de Miguel, un joven de Belinchón que llegó a Madrid en 1964 a los 14 años para trabajar. Junto a su anterior jefe, ambos trabajaron y vivieron en el Mercado Antón Martín. Miguel era interino y cobraba cinco pesetas por jornada. En 1967, decidió trasladarse al Mercado de Barceló y un año después se estableció en la calle de los Urquiza número 3, cerca de la calle Alcalá. Fue entonces cuando decidió montar su propio negocio de charcutería, productos cárnicos, bollería tradicional conquense y queso manchegos.

Sin embargo, su carrera se vio interrumpida cuando tuvo que cumplir el servicio militar. Este hecho puso en peligro todo lo que había construido hasta el momento, ya que dejó el negocio en manos de terceros y al regresar se encontró con grandes deudas. Gracias a la ayuda de familiares, amigos y conocidos, pudo superar esa difícil situación y seguir adelante con su negocio.

El nombre «Paleto» proviene de sus primeros días en Madrid, cuando los trabajadores del mercado, como carniceros y pescaderos, lo apodaron así debido a su forma de vestir. Según Miguel, él llegó a la ciudad con un aspecto rústico, con un jersey y unos pantalones propios de un pueblo. Este apodo fue el punto de partida para comenzar a trabajar por su cuenta.

Aunque Miguel ha desarrollado su vida en Madrid, sigue manteniendo una conexión con Cuenca tanto a nivel comercial como personal. Tiene una casita en su tierra natal y visita el lugar todos los fines de semana para disfrutar del sol y del aire del campo.

Con más de medio siglo de servicio, Paleto de Cuenca se ha convertido en un referente en la venta y distribución de productos cárnicos y tradicionales castellanomanchegos en Madrid, gracias al esfuerzo y dedicación de Miguel Crespo.

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