El óptimo clima impulsa el optimismo de los productores de azafrán de CLM, que aspiran a superar los 280 kilos en 2023

El mejor clima eleva el optimismo de productores de azafrán de CLM, que esperan superar el mal dato de 280 kilos en 2023

La Denominación de Origen Azafrán de La Mancha se enfrenta a la nueva campaña de cosecha con mejores perspectivas en comparación con 2023, aunque el sector reconoce que atraviesa un «momento crítico». Las condiciones climatológicas parecen ser más favorables este año, lo que ofrece la esperanza de mejorar una producción que alcanzó su cifra más baja en la última década.

Se espera que la superficie cultivada permanezca en torno a las 90 hectáreas, similar a la del año anterior y por debajo de la media del periodo 2013-2023, que es de casi 105 hectáreas. En 2023, la producción se situó en 280,81 kilos, marcando el punto más bajo de los últimos 11 años y una disminución del 40,24% respecto a 2022. La media de producción durante la última década ha sido de 549,7 kilos.

El optimismo se ha visto impulsado por las lluvias de primavera y las temperaturas más suaves en junio, combinadas con un otoño más fresco y con un aumento de precipitaciones, aunque estas se han distribuido de manera irregular. Sin embargo, la Denominación de Origen también señala que el sector continúa enfrentándose a problemas estructurales que afectan su funcionamiento, como la falta de un mercado de cormos certificados, un proceso de producción poco mecanizado, la escasez de relevo generacional y la alta demanda de mano de obra.

Estos desafíos se han visto agravados por el cambio climático, lo que ha llevado al Patronato del Consejo Regulador, presidido por la productora Valentina Cabra Carrasco, a solicitar que la Administración intervenga y implemente medidas para asegurar el futuro del azafrán y de la marca de calidad diferenciada Azafrán de La Mancha. Piden un plan específico con el apoyo económico necesario para la recuperación del cultivo en el menor tiempo posible.

En su última reunión previa al inicio de la campaña, los patronos del Consejo Regulador abordaron la necesidad de un enfoque más activo, dado que la disminución continua de la superficie dedicada al azafrán, incluyendo su extinción en algunas comarcas, representa una de las grandes amenazas del cultivo. Este desafío se suma a las importaciones masivas de azafranes de otros orígenes, el exigente requerimiento de mano de obra, la escasa mecanización, la pequeña dimensión de las parcelas y la limitada integración de los productores en los sistemas de comercialización tanto nacional como internacional.

La presidenta de la Denominación de Origen advirtió que, si no se logra una recuperación en la producción este año, la situación económica del sector se verá aún más comprometida. Destacó que las cuotas de productores y envasadores dependen en gran medida de la producción total de cada cosecha, lo que hace crucial el éxito de esta campaña para el futuro del azafrán en la región.

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