Asaja Castilla-La Mancha ha lanzado el Observatorio de sequía agrícola y ganadera con el fin de convertirse en un «espacio de información constante» sobre el impacto de la sequía y la escasez de agua en los sectores de la agricultura y la ganadería de la región. Un equipo de técnicos de la organización estará a cargo de analizar el estado de los cultivos y la producción ganadera de manera regular, con el objetivo de facilitar información a las administraciones públicas y a la ciudadanía sobre la situación crítica en el campo.
El presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha puntualizado que el propósito principal del Observatorio es identificar las consecuencias productivas y económicas de la sequía, implementando medidas adecuadas y oportunas para los agricultores y ganaderos. La falta de agua se traduce en la pérdida de producción, reducción de rendimientos y mayores costos, señala Asaja.
Los técnicos de la organización han indicado que los cultivos están en una situación desastrosa, con el cereal como el más afectado. Los pastos están secos y los ganaderos tendrán que buscar agua para el ganado, así como comprar piensos, lo que incrementará los costos. Fresneda también ha advertido a la cadena alimentaria, en especial la transformación y la distribución, sobre la urgente necesidad de considerar la alarmante situación de los productores, destacando que si desaparece el primer eslabón, tampoco se mantendrá intacta la cadena.
El presidente de la organización ha criticado que sólo se tomen medidas cuando aparecen restricciones en el agua de boca, sin considerar la importancia de los agricultores, que han estado sometidos a recortes y limitaciones para regar. «La sociedad debe comprender que el campo no gasta agua, la utiliza para convertirla en alimentos. Solo al entender esa perspectiva se tomarán las medidas necesarias para mitigar los efectos de la sequía», ha asegurado.
