El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar Viciosa, ha rendido homenaje al Papa Francisco, quien falleció la mañana del 21 de abril, recordando su importante legado en la Iglesia. Durante sus 12 años de pontificado, el Papa Francisco condujo a la Iglesia con una dedicación especial hacia los pobres y los marginados. En un comunicado emitido tras su fallecimiento, Melgar Viciosa pidió a Dios que le otorgue el «descanso eterno» y que «brille para él la luz eterna».
El obispo enfatizó que el Papa ha dejado un gran legado evangelizador, destacando la necesidad de que la Iglesia asuma una actitud proactiva en la búsqueda y oferta del mensaje salvador de Cristo. «Una Iglesia en salida», como la definió, que se acerque a todas las periferias y realidades contemporáneas, siempre desde la alegría del amor y del Evangelio. El obispo también mencionó la importancia del acompañamiento a las familias en todas sus etapas y circunstancias.
Melgar Viciosa subrayó la apuesta del Papa Francisco por una Iglesia sinodal, reflejada en el último Sínodo sobre la sinodalidad, donde instó a todos los miembros de la Iglesia a sentirse implicados como verdaderos corresponsables en la misión de anunciar el Evangelio y presentar el mensaje de Jesús en el contexto de los desafíos actuales que enfrenta la sociedad.
El comunicado también destaca la imagen de un Dios misericordioso, una de las temáticas centrales del pontificado de Francisco. «Que el Dios misericordioso, que Cristo nos anunció con su vida y su mensaje… lo acoja en sus brazos de Padre y le premie todo el bien que hizo», expresó el obispo.
Finalmente, Melgar Viciosa manifestó que aunque el Papa Francisco ha concluido su recorrido por este mundo, su intercesión por la Iglesia continúa. Junto con toda la Diócesis, se unió en oración por el eterno descanso del Pontífice y pidió al Padre que le conceda paz, mientras invitó a todos a poner en práctica su legado de una nueva evangelización, con fervor y alegría, anunciando a Cristo como la respuesta a los problemas de la humanidad.
