La variante XEC del coronavirus presenta un inusual síntoma: la pérdida de apetito
Este otoño e invierno, los expertos anticipan que la variante XEC del coronavirus será la dominante en muchos países. Esta nueva cepa del virus no solo está llamando la atención por su rápida expansión, sino también por un síntoma inusual que no era común en las variantes anteriores de COVID-19: la pérdida de apetito.
Además de la pérdida de apetito, los pacientes que contraen la variante XEC pueden experimentar otros síntomas ya conocidos, como fiebre alta, escalofríos, tos persistente, y pérdida del olfato o gusto. También se han reportado síntomas como fatiga extrema, dolores corporales, dolor de cabeza, garganta irritada, congestión nasal, diarrea y malestar general.
La variante XEC ya representa el 10% de los casos recientes
La variante XEC fue detectada por primera vez en Alemania en junio de este año, y desde entonces se ha propagado a varios países, incluidos el Reino Unido, Irlanda, Francia, España y Estados Unidos. Se estima que esta cepa ya representa aproximadamente el 10% de los casos de coronavirus detectados en las últimas semanas, y los expertos creen que seguirá ganando terreno en los próximos meses, especialmente durante el invierno.
Esta variante del virus es una combinación de dos variantes previas, KS.1.1 y KP.3.3. Aunque la mayoría de las personas que contraen la XEC se recuperan en un corto período de tiempo, hay quienes presentan complicaciones más graves que requieren atención hospitalaria. Los profesionales de la salud recomiendan a la población seguir tomando precauciones para evitar la propagación del virus, especialmente en esta temporada fría, cuando el riesgo de contagio aumenta.
La expansión de la variante XEC y las medidas para contenerla
Con la variante XEC extendiéndose rápidamente, las autoridades sanitarias de los países afectados han intensificado las campañas de concienciación sobre la importancia de las vacunas y las medidas de protección. El uso de mascarillas, la higiene de manos y el distanciamiento social siguen siendo claves para reducir el riesgo de contagio, sobre todo en espacios cerrados y mal ventilados, donde el virus tiene más posibilidades de propagarse.
Aunque el impacto de la nueva variante sigue siendo motivo de investigación, los expertos confían en que las vacunas actuales y las nuevas medidas de control sanitario podrán minimizar las complicaciones más graves. A medida que avance el invierno, se espera que más personas se vacunen para protegerse contra esta y otras variantes del coronavirus.