El Motivo Oculto Detrás de su Contratación en ‘Gran Hermano’ y ‘Supervivientes’

Carolina Sobe, conocida por su participación en algunos de los realities más emblemáticos de la televisión española, ha dado un giro a su historia personal al hablar, una vez más, sobre su trayectoria en el mundo de la telerrealidad. En una reciente conversación con Arnau Martínez en el pódcast «Chico de revista», la exconcursante de «Gran Hermano» se mostró tajante al dejar claro que no tiene intención de volver a participar en este tipo de programas.

“¡No!”, respondió sin dudar ante la pregunta de su compañero sobre si echaría de menos la experiencia o si consideraría apuntarse a otro reality. Esta contundente respuesta sorprendió a muchos, especialmente viniendo de alguien que ha tenido una presencia tan notable en estos espacios.

La razón detrás de su participación en estos programas no es la típica búsqueda de aventura o visibilidad que muchos podrían imaginar. Sobe reveló que su entrada en el mundo del reality show estuvo motivada en gran medida por una apremiante necesidad económica. Con una sinceridad desarmante, confesó: “Yo, cuando he ido a los realities, es porque tenía una necesidad horrorosa. Si no, no hubiese ido a ninguno”.

Recordó una época complicada en su vida, donde las deudas la acosaban y la llevaron a buscar soluciones donde fuese posible. Su experiencia en «Gran Hermano 11» fue, para ella, más un medio para aliviar su carga financiera que una búsqueda de fama. Las circunstancias que la llevaron a esos concursos son, en sus propias palabras, tan extremas que llegó a compararlas con “una deuda más grande que Alemania después de la Segunda Guerra Mundial”.

Este año, Sobe se sintió abrumada al recordar que mientras su vida se desarrollaba frente a las cámaras, cartas certificadas sobre sus deudas llegaban incluso al confesionario donde se encontraba concursando. “Me solicitaron las deudas en el confesionario”, reveló, evidenciando lo angustiantes que fueron esos momentos en la televisión.

Con un tono reflexivo, Carolina expresó cómo se sentía en esa etapa de su vida. A menudo se veía como una pareja que, desinformada de la situación de su cónyuge, firmaba documentos sin comprender del todo las implicaciones. Esta metáfora, que usó para hablar de su relación con su ex pareja, puso de manifiesto no solo su realidad económica, sino también la fragilidad emocional por la que pasó en su vida personal.

Al final, Sobe admitió que, a pesar de la experiencia vivencial que significó «Supervivientes» y otros formatos, la idea de volver a un reality le produce ahora una sensación de pereza. “Me pagaban por adelgazar, pero ahora mismo me dicen que vaya a un reality, y qué pereza”, lamentó, reflejando una transformación en sus prioridades y en cómo percibe su pasado. Así, la televisión, que en su momento fue su salvavidas, ahora parece ser un recuerdo del que desea distanciarse.

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