Dos muertos y 68 heridos tras el trágico incidente
Este viernes, un conductor embistió su vehículo contra la multitud que se encontraba en un mercado navideño en Magdeburgo, al norte de Alemania, dejando al menos dos personas fallecidas y 68 heridas, 15 de ellas de gravedad. El ataque, que conmociona a la región de Sajonia-Anhalt, fue perpetrado por un médico de origen saudí de 50 años identificado como Taleb Al Abdulmohsen. La policía alemana ha detenido al sospechoso, pero las motivaciones detrás del ataque aún no están claras.
Un escenario trágico que revive el recuerdo de Berlín 2016
El ataque, que ocurrió en plena campaña electoral alemana, evoca el trágico atentado de Berlín en 2016, cuando un vehículo arrolló a una multitud en un mercado navideño, dejando 12 muertos. En esta ocasión, el presunto autor recorrió al menos 400 metros dentro del recinto, derribando barreras de seguridad y conduciendo en zigzag.
Según testigos, el caos fue total. Nadine, de 32 años, relató al diario Bild: “Fue horrible. Mi novio fue arrastrado; me lo arrancaron de las manos”. A pesar de las similitudes con ataques previos, el jefe del gobierno regional, Reiner Haseloff, señaló que no hay pruebas de que el sospechoso estuviera vinculado a grupos islamistas.
El perfil del sospechoso: un médico saudí radicado en Alemania
El detenido, Taleb Al Abdulmohsen, llegó a Alemania en 2006 y ejercía como médico en la región. A pesar de su nacionalidad saudí, no estaba fichado por la policía como islamista y había publicado opiniones en redes sociales rechazando la islamización. Las autoridades investigan posibles motivos políticos, dado que el ataque ocurrió a semanas de las elecciones legislativas anticipadas del 23 de febrero.
El gobierno saudí, a través de su Ministerio de Exteriores, condenó enérgicamente el ataque, expresando su rechazo a la violencia y solidaridad con el pueblo alemán y las familias afectadas.
Reacciones políticas y debate sobre seguridad
El ataque en Magdeburgo ha reavivado el debate sobre seguridad y migración en Alemania. La extrema derecha, que ha ganado terreno en Europa, utilizó el incidente para reforzar sus críticas a las políticas migratorias del país. Mientras tanto, las autoridades trabajan para esclarecer las circunstancias y evitar que la tragedia sea instrumentalizada políticamente.
Con este suceso, Alemania vuelve a enfrentarse a un desafío sobre cómo garantizar la seguridad en eventos masivos sin alimentar tensiones sociales. La investigación continúa, mientras el país llora las pérdidas y ofrece apoyo a los heridos y sus familias.