En una jornada más de la Tercera RFEF, el Manzanares CF se enfrentó al Huracán de Balazote en su propio terreno, portando la esperanza de abandonar la última posición de la tabla. La importancia del encuentro era máxima para el equipo local, que ya arrastraba la desfavorable condición de «farolillo rojo», pero contaba con el factor motivacional que suele acompañar la llegada de un nuevo técnico al mando. Sin embargo, la expectativa de una victoria que pudiera marcar el inicio de una remontada en la liga se vio rápidamente opacada por un rival decidido a dominar el juego desde los primeros minutos.
El equipo visitante, Huracán de Balazote, no tardó en dejar su huella en el marcador, con dos goles casi consecutivos de Josemi y Madalín antes de la media hora de juego. Esta temprana ventaja desbarató cualquier plan que pudiera tener el recién llegado director técnico de Manzanares, Vilches, quien esperaba poder capitalizar el conocido efecto revitalizador que suele acompañar la llegada de un nuevo entrenador. Los goles, especialmente el segundo que llegó justo después del primero, establecieron un ritmo de partido que el Manzanares CF luchaba por alterar, sin éxito.
La segunda parte del encuentro no trajo mejores noticias para el equipo local. Aun cuando el Balazote ralentizó su ritmo, aprovechó eficazmente las oportunidades, marcando dos goles más y llevando el resultado final a un contundente 0-4. La expulsión de Aner del Manzanares solo añadió sal a la herida, complicando aún más cualquier intento de remontada. La derrota deja a Manzanares en una situación complicada en la tabla, con Vilches teniendo claro el gran desafío que enfrenta para sacar al equipo de los puestos de descenso y mantener su categoría.
