La población de lince ibérico en la Península Ibérica ha alcanzado un hito en 2023 al superar los 2.000 ejemplares por primera vez desde que se iniciaron los censos detallados, afianzando la tendencia positiva en la conservación de esta especie que alguna vez estuvo al borde de la extinción. El reciente informe del grupo de trabajo del lince ibérico, coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) y que incluye a representantes de comunidades autónomas españolas y el Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques (ICNF) de Portugal, revela un total de 2.021 linces, con una presencia dominante en España que alberga 1.730 (85,6%) y Portugal con 291.
Los datos muestran que Andalucía lidera la población de lince en España con 755 ejemplares, seguida muy de cerca por Castilla-La Mancha con 715. Extremadura reportó 253 y la Región de Murcia anotó siete individuos. En cuanto a la distribución por sexos, de los 1.299 linces adultos o subadultos, se pudo determinar que hay 602 machos y 611 hembras. El número de hembras reproductoras ha aumentado a 406, avanzando hacia el objetivo preliminar de 750 que indicaría una conservación favorable de la especie.
La fecundidad también mostró números prometedores, con 722 cachorros nacidos y una tasa de fecundidad de 1,77. Además, el lince continua extendiendo su territorio, presente ya en 14 áreas geográficas distintas y consolidándose en nuevas zonas de la Región de Murcia y las provincias de Albacete, Badajoz, Toledo y Ciudad Real.
Desde 2015 la tendencia ha sido constante y alentadora, evolucionando de menos de 100 ejemplares en 2002 a superar los 2.000 en 2023, con un notable incremento en los últimos tres años donde se sumaron cerca de 900 individuos a la población.
El éxito en la recuperación de la especie es resultado de una colaboración entre administraciones públicas, entidades interesadas, propietarios de terrenos y la sociedad. El financiamiento proporcionado por los gobiernos de España y Portugal, así como por la Unión Europea a través del programa LIFE, ha sido fundamental para la realización de estudios y mejoras en la tasa de supervivencia y condiciones del hábitat.
Un pilar importante ha sido el programa de conservación ex situ que abarca la cría en cautividad y la subsiguiente reintroducción de ejemplares. Hasta 2023, se han reintroducido 372 linces, asentándose en áreas preseleccionadas y zonas de reintroducción recientemente aprobadas, con ejemplares liberados y establecidos en Sierra Arana, Valdecañas-Ibores, Ortiga, Tierras Altas de Lorca y Campos de Hellín. Además, se prevé la expansión de áreas de reintroducción en futuros meses y años, gracias al interés de más comunidades autónomas en revigorizar la especie en sus dominios.
Esta positiva evolución proporciona un caso emblemático a nivel global en la conservación de especies en peligro y subraya el impacto positivo de las acciones coordinadas para revertir la situación de especies amenazadas como el lince ibérico.
