En un emocionante encuentro lleno de tensión hasta el último segundo, el Limobel Pozuelo enfrentó una dura batalla contra el Levante Marni, culminando en un marcador ajustado de 22-21 a favor del equipo visitante. Pese a la ardua lucha y la entrega del equipo pozoleño, que mostró una notable resistencia y estrategia en la cancha, la victoria acabó escurriéndose de sus manos en los momentos finales del juego. La igualdad fue la tónica dominante durante todo el partido, reflejo de la intensidad y el nivel competitivo de ambos contrincantes.
La derrota por la mínima marginación dejó un sabor agridulce en el ambiente local. Los jugadores y la afición del Limobel Pozuelo, aunque orgullosos del esfuerzo y la dedicación mostrada por su equipo, no pudieron ocultar su decepción ante el desenlace final. La intensidad del juego quedó plasmada en cada jugada, cada ataque y defensa, demostrando que el balonmano es un deporte que no solo pone a prueba la habilidad física sino también la mental y estratégica de los equipos.
No obstante, el desenlace del encuentro añade un capítulo más a la historia de rivalidades en el balonmano nacional, augurando futuros encuentros llenos de emoción y revancha deportiva. El equipo pozoleño, a pesar de la derrota, se lleva la certeza de haber dado todo en la cancha y el reconocimiento de su entrega y pasión por parte de la afición. Mirando hacia el futuro, el Limobel Pozuelo se prepara para retomar el camino del triunfo en sus próximos compromisos, con la vista siempre puesta en el horizonte de la victoria.