La emblemática edición toledana del diario Ya, que se instaló en la capital regional en la década de los 80, cerró sus puertas en 1993 tras una significativa contribución al panorama informativo de Castilla-La Mancha durante sus 16 años de existencia. Esta cabecera no solo dejó una notable huella como crisol de periodistas sino que también documentó un periodo crucial en el que la región se consolidaba como autonomía y el periodismo se veía revolucionado por transformaciones tecnológicas, publicitarias y profesionales.
Ana Isabel Jiménez, autora del libro ‘El Ya de Toledo’, ha compartido reflexiones sobre su experiencia personal en el periódico con Europa Press. Aunque su andadura como periodista en el diario fue breve, interviniendo solo en sus últimos tres meses de funcionamiento, su perspectiva ofrece una visión menos emocional, enfocada en la historia detrás del periódico. Jiménez destaca que su libro no está dirigido únicamente a periodistas sino que pretende contar cómo era hacer periodismo en los años 90, sin las herramientas modernas como Internet o teléfonos móviles.
El libro es descrito como «arqueología del periodismo» que refleja los desafíos tecnológicos de la época, con información mecanografiada y fotográfica que requería un arduo proceso para llegar a la imprenta. Ilustra no solo cómo era el periodismo de antes, sino que ofrece lecciones valiosas para los periodistas de hoy sobre cómo construir historias y trabajar las fuentes de información.
Además, el libro promete ser una relevante contribución para la ciudadanía de Toledo, narrando el día a día de la capital regional durante aquellos años y las particulares preocupaciones de sus habitantes, como el debate sobre la capitalidad de Castilla-La Mancha o la visita del Papa Juan Pablo II.
Al indagar en 440 tomos que contienen la historia del Ya, se revela un panorama distinto al actual, donde la comunicación institucional estaba aún desarrollándose y los periodistas no estaban tan condicionados por la agenda política.
El periódico, una «gran escuela» de periodismo, contó entre sus filas con profesionales que más tarde tendrían carreras destacadas, como César García y Esther Esteban. La publicación no solo avanzó en técnicas de reportaje sino que también fue pionera en formatos publicitarios novedosos.
Por otro lado, el archivo fotográfico de la edición toledana, parte crucial del legado del diario, estuvo cerca de perderse. Sin embargo, una feliz coincidencia y actuaciones diligentes aseguraron la conservación de una parte importante de este archivo, ahora en proceso de digitalización en el archivo municipal de Toledo. En él se preserva una rica historia visual que, gracias a la perseverancia y preservación, queda a disposición tanto de investigadores como del público toledano.