Este viernes ha comenzado en la Audiencia Provincial de Albacete el juicio contra F.M. e I.F., acusados del homicidio de un anciano en Alborea (Albacete) durante un robo ocurrido en 2014. El Ministerio Público solicita para ambos un total de 18 años de cárcel, desglosados en 15 años por homicidio y tres por un delito de robo con violencia en grado de tentativa.
El proceso judicial dio inicio con la elección del jurado popular, seguido de las alegaciones de las partes involucradas. Durante la próxima semana, se presentarán pruebas y testimonios, así como el interrogatorio de los acusados, en expectativa de que se dicte una sentencia.
Las defensas de los acusados han solicitado la absolución, argumentando que los hechos presentados por las acusaciones no reflejan la realidad. El abogado de F.M. ha cuestionado la acusación de robo, indicando que era «imposible demostrar que se hubiera robado bien alguno» dado el estado caótico de la vivienda del anciano, quien padecía síndrome de Diógenes. Por su parte, el abogado de I.F. ha instado al jurado a basar su decisión en «certezas» para evitar condenar a personas inocentes.
El Fiscal Jefe de la Audiencia Provincial, quien dirigió la investigación en sus inicios, ha enfatizado que los acusados se trasladaron a Alborea con la clara intención de robar, siendo conscientes de que la víctima, un hombre de 70 años que vivía solo, podría tener dinero en efectivo en su hogar. La noche del 11 de noviembre de 2014, ambos irrumpieron en la residencia de la víctima, J.Ñ.V., a través del patio de una vivienda vecina, y al encontrarse con él, le propinaron una brutal golpiza. Según el fiscal, el anciano falleció entre 12 y 72 horas después del ataque, lo que indica un desprecio total por su vida.
El proceso de investigación, llevado a cabo por la Guardia Civil y la Policía Nacional, se extendió por más de ocho años, comenzando poco después del hallazgo del cadáver del anciano por un sobrino. Entre las pruebas presentadas se encuentra el ADN de I.F. hallado en las uñas de la víctima y el testimonio de un testigo que los vio abandonar la vivienda esa noche. No obstante, aunque se pudo demostrar la intención de robo, el estado de la casa dificultó determinar qué se pudo haber sustraído.
La Fiscalía ha solicitado 15 años de prisión por homicidio y tres por robo, además de seis años de libertad vigilada al término de la condena y el pago de 90.000 euros de indemnización a la hermana del fallecido. La acusación particular, que representa a la familia de la víctima, demanda 14 años de prisión, ocho de libertad vigilada y una indemnización de 120.000 euros.
Los acusados, de 39 y 49 años y de nacionalidad rumana, fueron arrestados en el Reino Unido y Rumanía en noviembre de 2022 como parte de la operación Avalon, gracias a la colaboración de la Interpol y las fuerzas de seguridad británicas y rumanas. Posteriormente, fueron extraditados y puestos a disposición de la justicia española bajo prisión provisional sin fianza. La acusación sostiene que la víctima fue un objetivo de un crimen planificado y que los acusados, reconocidos por ella, decidieron acabar con su vida.
