El Instituto de Estudios Albacetenses (IEA) ‘Don Juan Manuel’ ha reforzado su Comisión Permanente, conformando un equipo de especialistas con una sólida trayectoria académica en diversas disciplinas. Este grupo multidisciplinario está destinado a fortalecer el desarrollo y la difusión del conocimiento en la provincia de Albacete.
La dirección de esta Comisión está en manos de Antonio Caulín Martínez, Doctor en Historia Contemporánea por la UNED, cuya experiencia en investigación histórica y gestión del patrimonio lo convierte en un referente para el Instituto. Como secretario técnico, se encuentra Alonso Verde López, doctor en Ciencias Biológicas y miembro del Instituto Botánico de Castilla-La Mancha, quien aporta su vasta labor investigadora, que incluye más de 60 publicaciones científicas y divulgativas, beneficiando al área de botánica y etnobiología del IEA.
Cada uno de los departamentos del Instituto estará bajo la dirección de reconocidos expertos, conforme ha informado la Diputación en una nota de prensa. De esta manera, el IEA reafirma su compromiso con la investigación y la divulgación del conocimiento en la provincia, asegurando un equipo de primer nivel que promueva el estudio y la difusión del patrimonio cultural, histórico y medioambiental de Albacete. Este esfuerzo abarca una variedad de temáticas, desde la rica fauna y botánica de la región hasta su diversidad geológica, aportes literarios, complejidades económicas y sociales, así como tradiciones etnográficas.
Recientemente, el Instituto ha dado un paso significativo en su misión al trasladar su sede al Chalé Fontecha, un espacio rehabilitado que busca convertirse en un centro cultural accesible a toda la ciudadanía. Este nuevo recurso se propone actuar como un puente directo entre los diversos tesoros provinciales y la sociedad, promoviendo exposiciones, publicaciones y proyectos que enriquezcan el conocimiento sobre la ciencia y cultura albacetense.
Además, se busca ampliar el prestigio y reconocimiento del IEA mediante iniciativas que movilicen a la comunidad científica y de investigación, utilizando la inversión en cultura como motor para el desarrollo económico y social. Esto es especialmente relevante en el contexto de varios yacimientos arqueológicos en la provincia, que están viendo un impulso económico y turístico gracias a la participación ciudadana y la accesibilidad de sus recursos culturales.
El propósito final de estas acciones es garantizar que el conocimiento generado en el IEA no solo se conserve, sino que también se difunda a todos los rincones de la provincia y más allá, fortaleciendo así el vínculo entre el patrimonio y la comunidad.