El insomnio en España: un problema de salud pública que afecta a millones

En una sociedad cada vez más acelerada, el insomnio se ha convertido en una epidemia silenciosa que afecta a uno de cada tres españoles, según los últimos datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Este trastorno del sueño, lejos de ser un simple inconveniente nocturno, está teniendo un impacto significativo en la salud pública y la economía del país.

La cara oculta del insomnio

María Pérez, de 42 años, residente en Madrid, lleva más de una década luchando contra el insomnio. «Hay noches en las que me paso horas mirando al techo, incapaz de conciliar el sueño. Al día siguiente, me siento como un zombi en el trabajo», relata. Su caso no es único. Millones de españoles se enfrentan a diario a este problema que, según los expertos, puede manifestarse de diversas formas.

Tipos de insomnio: más allá de no poder dormir

El Dr. Javier Albares, neurofisiólogo y especialista en medicina del sueño del Instituto del Sueño en Barcelona, explica que existen varios tipos de insomnio:

  1. Insomnio de inicio: «Es el más común. La persona no puede quedarse dormida al acostarse», señala Albares.
  2. Insomnio de mantenimiento: «El paciente se despierta varias veces durante la noche y le cuesta volver a dormirse».
  3. Insomnio de despertar precoz: «La persona se despierta muy temprano y ya no puede conciliar el sueño de nuevo».

«Muchos pacientes experimentan una combinación de estos tipos, lo que llamamos insomnio mixto», añade el especialista.

Las consecuencias: más allá de las ojeras

El insomnio no solo afecta a la calidad de vida, sino que también tiene repercusiones económicas. Según un estudio reciente del Instituto de Salud Carlos III, el insomnio crónico cuesta a España más de 2.000 millones de euros al año en absentismo laboral y pérdida de productividad.

Además, los expertos advierten sobre los riesgos para la salud. «El insomnio prolongado aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y trastornos del estado de ánimo como la depresión», advierte la Dra. Elena Martínez, psiquiatra del Hospital Universitario La Paz de Madrid.

La lucha contra el insomnio: estrategias y tratamientos

Ante este panorama, los especialistas insisten en la importancia de abordar el problema de manera integral. «No se trata solo de recetar pastillas para dormir», enfatiza el Dr. Albares. «Necesitamos educar a la población sobre la higiene del sueño y promover cambios en el estilo de vida».

Entre las recomendaciones de los expertos se encuentran:

  1. Mantener un horario regular de sueño, incluso los fines de semana.
  2. Crear un ambiente propicio para dormir: oscuro, silencioso y fresco.
  3. Limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
  4. Practicar técnicas de relajación como la meditación o el yoga.
  5. Evitar el consumo excesivo de cafeína y alcohol, especialmente por la noche.

Para casos más severos, la Terapia Cognitivo-Conductual para el Insomnio (TCC-I) ha demostrado ser efectiva. «Esta terapia ayuda a los pacientes a identificar y cambiar pensamientos y comportamientos que interfieren con el sueño», explica la Dra. Martínez.

El futuro del tratamiento del insomnio

La investigación en el campo del insomnio sigue avanzando. El Dr. Carlos Ruiz, investigador del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), está trabajando en nuevas terapias basadas en la estimulación cerebral. «Estamos explorando técnicas no invasivas que podrían ayudar a regular los patrones de sueño sin necesidad de medicación», comenta.

Mientras tanto, expertos y pacientes coinciden en la necesidad de una mayor concienciación sobre este problema. «El insomnio no es un lujo de gente ocupada, es un trastorno serio que requiere atención médica», concluye la Dra. Martínez.

En un país donde la siesta ha sido tradicionalmente parte de la cultura, la paradoja de millones de españoles que no pueden dormir por la noche plantea un desafío significativo para la salud pública. La esperanza es que, con mayor conciencia y acceso a tratamientos efectivos, más personas puedan finalmente decir buenas noches al insomnio.

Fuente: Mujeres.es

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