En una nueva edición de «Más vale tarde» este 28 de noviembre, los espectadores fueron testigos de una interesante combinación de gastronomía y consejos nutricionales de la mano de Carlos Maldonado, reconocido cocinero, y Pablo Ojeda, prestigioso nutricionista. En esta ocasión, la pauta la dio la preparación de una lasaña de salmón y espinacas, plato que sirvió de marco para debatir sobre las calorías y cómo podemos disfrutar de la comida sin descuidar nuestra salud.
Cristina Pardo, quien nunca pierde la oportunidad de indagar sobre cómo mantener la línea, planteó su inquietud respecto a las calorías contenidas en la bechamel, un ingrediente clave en la lasaña, pero potencialmente conflictivo para aquellos que vigilan su dieta. Ante esto, Ojeda ofreció una perspectiva equilibrada, destacando la importancia de disfrutar de nuestras comidas sin caer en el extremo de la monotonía dietética, aunque también reconoció la relevancia de moderar las porciones.
El punto álgido de la conversación llegó cuando Ojeda compartió un truco poco conocido para reducir las calorías de la pasta: el simple acto de enfriarla. Según explicó, al enfriar la pasta y luego consumirla, nuestro cuerpo tiene más dificultades para digerirla, lo que se traduce en una absorción de solo dos calorías y media por gramo en lugar de las cuatro habituales, reduciendo así casi a la mitad su aporte calórico. Esta revelación, subrayada por Iñaki López, despertó un notable interés, abriendo la puerta a nuevas formas de disfrutar de este alimento básico sin remordimientos.
La curiosidad por profundizar en el tema llevó a cuestionar si el efecto positivo de la pasta enfriada perduraba tras ser recalentada. Ojeda aseguró que el proceso no altera los beneficios obtenidos al enfriarla, manteniendo su estructura molecular y, por ende, su reducido aporte calórico.
Otra duda surgió en torno a la pasta al dente, frecuentemente mencionada por su supuesta menor carga calórica. Aunque Ojeda confirmó que se digiere mejor, no extendió su respuesta hacia una comparación directa con la pasta enfriada, dejando entrever que, independientemente del método de preparación, lo crucial es encontrar un balance que permita disfrutar de la comida sin sacrificar el bienestar.
Este episodio de «Más vale tarde» no solo dejó a los televidentes con una receta más para su repertorio culinario, sino también con consejos de valor inestimable sobre cómo llevar una alimentación consciente y placentera, rompiendo el mito de que comer saludablemente implica renunciar al sabor o a nuestros platos preferidos.
