En estos tiempos en los que la eficiencia energética es más importante que nunca, un truco casero con papel albal está ganando popularidad por su capacidad para reducir el consumo energético del congelador. La técnica se basa en el uso de este sencillo material para facilitar el proceso de descongelación y mejorar el rendimiento del electrodoméstico.
El método consiste en forrar el interior del congelador con papel albal, también conocido como papel de aluminio, antes de volver a colocar los alimentos congelados. La clave de esta técnica está en las propiedades reflectantes del papel albal. Al reflejar el frío de vuelta al interior del congelador, se mejora la distribución del aire frío y se evita la formación de grandes bloques de hielo en las paredes del aparato.
El hielo acumulado en las paredes del congelador obliga al motor a trabajar más intensamente para mantener una temperatura baja, lo que incrementa el consumo de energía. Para emplear esta técnica, se recomienda realizar primero una descongelación completa del compartimento, retirando cuantas capas de hielo haya. Una vez limpio y seco, se cubren las superficies con hojas de papel albal y se colocan nuevamente los alimentos.
Además de disminuir el consumo energético, este truco facilita futuras tareas de limpieza. El hielo se adhiere al papel albal en lugar de hacerlo a las paredes del congelador, por lo que la próxima descongelación será mucho más sencilla y rápida. Basta con retirar el papel y reemplazarlo por uno nuevo, minimizando así el esfuerzo necesario para mantener el congelador en óptimas condiciones.
Expertos en energía doméstica corroboran que pequeños cambios en el mantenimiento de electrodomésticos pueden tener un impacto significativo en la factura eléctrica. Unido a otras buenas prácticas como mantener las puertas del congelador bien cerradas y no introducir alimentos calientes, el uso del papel albal se presenta como una solución económica y efectiva para mejorar la eficiencia de estos indispensables aparatos del hogar.
