En un giro inesperado y sin precedentes en la historia de «Gran Hermano», Maite se convirtió en la participante menos apoyada por el público, culminando con su eliminación del casting final de la edición 2024 del reality. La decisión de los telespectadores marca la primera vez que el público tiene el poder de elegir a los 17 participantes oficiales, un cambio que ha añadido una nueva dimensión de interactividad al programa.
Maite, oriunda de Santoña, Cantabria, salió de la casa de Guadalix de la Sierra enfrentándose a una realidad muy distinta a la que imaginó. Su confianza la llevó a creer que se convertiría en la favorita del programa y que sus bromas serían un elemento central de esta edición. Sin embargo, la realidad fue otra al toparse con la desaprobación tanto del público como de Jorge Javier Vázquez, el presentador del show de Telecinco.
Durante el tenso encuentro, Jorge Javier no se guardó nada: describió a Maite como una “decepción” y criticó su comportamiento “maleducado, cruel y poco empático”, destacando su incapacidad para realizar autocrítica. El presentador procedió a mostrarle un resumen de su paso por el programa, que evidenciaba su despiadado comportamiento, incluyendo mofas hacia Óscar Landa y menosprecios continuados hacia Violeta.
La reacción del público presente no se hizo esperar, desatando aplausos en varias ocasiones durante la intervención del presentador, quien reprobó la actitud de Maite y de aquellos que apoyaron sus acciones dentro de la casa. A pesar de que Maite expresó un tímido arrepentimiento por su conducta, se resistió a ofrecer disculpas directas a aquellos a quienes ofendió, limitándose a pedir perdón a la madre de Violeta, quien eligió no responder ante el daño recibido.
En un último acto de despedida, Maite apenas eligió dirigirse a “los azules”, un grupo de concursantes dentro de la casa, ignorando al resto de los participantes, mostrando así la división que sus acciones habían ayudado a fomentar dentro del programa.
Este incidente no solo ha puesto de relieve la dinámica cambiante entre los concursantes y la audiencia de «Gran Hermano» sino que también subraya la influencia decisiva del público en el curso del reality. Mientras Maite regresa a la vida fuera de la casa, su paso por «Gran Hermano 2024» queda marcado por la controversia y las lecciones aprendidas en un entorno donde las acciones tienen consecuencias en el mundo real.